En esta unidad aprenderemos:
En esta unidad conocerás qué tipos de motor puedes encontrar en un vehículos de los que autoriza a conducir la licencia clase A1 y también los sistemas que hacen que funcione correctamente como pueden ser el de suspensión, dirección o alimentación. También aprenderás a realizar un buen mantenimiento del vehículo y a detectar las posibles anomalías del vehículo y ponerles solución.
Es una máquina que transforma la energía química del combustible en energía mecánica, es decir, en movimiento. De la energía producida por el combustible sólo se aprovecha alrededor del 40%, debido a pérdidas energéticas como los gases de escape, sistema de refrigeración, etc.
El motor es el encargado de generar la fuerza que mueve el vehículo, pero es el conductor quien tiene acción directa sobre la fuerza generada por el motor mediante los mandos del vehículo.
El motor, a su vez, dispone de los siguientes sistemas para su funcionamiento:
La mezcla aire gasolina, se realiza en el carburador, y en los motores de inyección se produce en los conductos de admisión o en el interior del cilindro. La ignición se provoca mediante una chispa eléctrica.
Los 4 tiempos del motor de explosión son los siguientes:
El movimiento del pistón es lineal (de arriba a abajo y viceversa) el cual se transforma en circular (rotatorio de las ruedas) por el mecanismo bielacigüeñal.
En la parte superior del cilindro está la cámara de compresión donde se alojan las válvulas accionadas por la distribución, encargadas de permitir el paso de la mezcla y la salida de los gases al exterior (tiempos de admisión y escape respectivamente).
La mayor parte de los vehículos industriales y de gran tonelaje tienen motor diésel. El funcionamiento del motor diésel y gran parte de sus órganos son similares al de gasolina. En el motor diésel la mezcla aire carburante se realiza en los cilindros, para su combustión en el momento de la inyección.
Una particularidad del motor diésel consiste en que en el interior del cilindro existen unas bujías incandescentes que calientan el aire para mejorar la combustión al arrancar el motor en frío.
El funcionamiento del motor diésel está conformado por cuatro acciones diferentes, llamadas tiempos:
Se llama cilindrada de un motor a la suma del volumen de todos los cilindros.
En la actualidad, este sistema está prácticamente en desuso, siendo sustituido por sistemas de inyección.
Existen dos tipos de inyección:
Síntomas | Causas |
El motor falla irregularmente (tirones) |
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Consumo excesivo |
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En la parte inferior del bloque está ubicado el cárter, donde se almacena el aceite del sistema de lubricación, que se envía a los diferentes elementos que lo precisan, para después regresar de nuevo al cárter.
Los pistones, impulsados por la fuerza de los gases de la combustión, generan un movimiento rectilíneo. Este movimiento se transmite mediante las bielas al cigüeñal.
Los pistones tienen unos anillos metálicos que permiten que, a pesar del movimiento, la parte superior del cilindro sea hermética e impida el escape de los gases producidos.
Es el eje que transforma el movimiento rectilíneo recibido a través de las bielas en movimiento rotativo y lo transmite al resto de los dispositivos.
La culata alberga:
Es un disco, solidario al cigüeñal, que transmite el movimiento del motor al embrague. Permite disminuir las vibraciones que se producen en el interior del motor. Mediante una corona dentada, dispuesta en el exterior, permite la puesta en marcha del motor, por efecto del sistema de arranque.
Es el encargado de introducir el combustible y el aire en el cilindro. El combustible sale del depósito por acción de una bomba de alimentación de baja presión, atraviesa un sistema de filtros para retener las impurezas y el agua, en su caso, y se dirige hacia el sistema de inyección.
Los vehículos actuales dosifican el combustible que entra en los cilindros mediante un sistema electrónico, llamado EDC (del inglés Electronic Diesel Control), que regula la cantidad y el momento de inyección de combustible a través de la bomba, si se trata de bomba inyectora, y los inyectores, si se trata de un sistema de inyectorbomba o common rail.
Recibe información, entre otras señales, sobre la velocidad del vehículo, las revoluciones del motor, la temperatura del aire y del agua, etc.
Bomba equipada con servomecanismos controlados por el EDC.
Las señales del EDC actúan sobre la electroválvula del inyector, regulando la cantidad y el momento de la inyección.
Las señales del EDC actúan sobre el inyector, del mismo modo que en la regulación por inyectorbomba y, además, abren el inyector.
Se sobrealimenta un motor cuando el aire entra en el cilindro a presión. Dicha presión se genera mediante un compresor volumétrico o un turbocompresor.
Está formado por dos ruedas de aletas, unidas por un eje:
El turbo envía una mayor cantidad de aire a los cilindros para aumentar su potencia.
Cuidados del turbocompresor:
El turbocompresor trabaja a muchas revoluciones (160.000 rpm, los más modernos) y se lubrica y refrigera mediante el aceite del propio motor. Por esta razón, para evitar averías y alargar su vida útil, se deben seguir estas recomendaciones:
El Intercambiador de calor o intercooler Normalmente, los gases al comprimirse se calientan y pierden densidad. En el caso del turbo compresor este fenómeno es negativo, ya que entra menos oxígeno para la combustión y, consecuentemente, la potencia del motor disminuye. El objetivo del intercooler es enfriar el aire de admisión.
Es el trabajo que es capaz de realizar un motor, o dicho de otra forma, la fuerza que es capaz de ejercer un motor en cada giro.
En un motor, la fuerza (F) que ejercen los gases procedentes de la combustión sobre la cabeza del pistón, empujándolo hacia abajo, se transmite al eje motor (cigüeñal) a través de la biela y el propio codo del cigüeñal.
El par de giro (M) o par motor se calcula en base a la fuerza aplicada por la distancia (R) al centro de rotación y se mide generalmente a la salida del cigüeñal.
El par motor se ve afectado directamente por la velocidad del pistón (rpm) y la cantidad de combustible inyectada por el EDC.
Es la máxima fuerza que puede proporcionar el motor. Un motor es elástico cuando es capaz de mantener el par en su valor máximo durante un amplio margen de revoluciones.
Los motores más modernos son excelentes por su par elevado, disponible desde los regímenes de revoluciones más bajos.
La potencia es la cantidad de trabajo que realiza un motor en un tiempo determinado, o lo que es lo mismo, a qué velocidad se puede desarrollar ese trabajo. Por ejemplo, el vehículo puede subir una pendiente con 360 CV o con 480 CV, en cualquier caso el vehículo subirá, pero lo hará más deprisa con 480 CV.
La potencia viene determinada por las revoluciones del motor y la fuerza (par) que se genera en cada momento. La potencia máxima se consigue con las revoluciones muy altas.
Una parte importante de la energía producida en el motor se pierde y no llega a las ruedas. Por rozamiento en el motor y la transmisión se puede perder hasta un 80%.
Es importante utilizar el petróleo diésel adecuado teniendo en cuenta que existen específicos para la calefacción de viviendas o máquinas industriales y no son aptos para el uso en los motores. Al circular por lugares donde las temperaturas sean muy bajas, se utiliza el combustible específico para bajas temperaturas.
Para un óptimo funcionamiento del sistema, son necesarias las siguientes comprobaciones:
Síntoma | Causas Probables |
Motor que no arranca pero es arrastrado por el motor de arranque | Obstrucción en el filtro de combustible o aire en el circuito de alimentación. Solución: El aire se puede sacar a través del purgador situado entre el filtro y la bomba inyectora. |
Motor que funciona de manera irregular | Obstrucción en el filtro de combustible o aire en el circuito de alimentación Solución: El aire se puede sacar a través del purgador situado entre el filtro y la bomba inyectora. |
Excesivo consumo de carburante | Fuga en algún conducto o junta del circuito Es posible que el filtro de aire esté muy sucio, que el sistema de alimentación reciba un aporte excesivo de carburante o que haya una mala disposición de los elementos aerodinámicos como los deflectores. Un aporte excesivo de carburante, que no llega a quemarse totalmente, provoca la salida por el tubo de escape de humo muy oscuro, casi color negro. |
En el motor existen piezas en continua fricción entre sí (rozamiento), en las que de no ser por la lubricación (engrase) se originaría un desgaste prematuro, así como una elevación de temperatura que produciría la fusión de las superficies en contacto (gripaje).
Para reducir estos efectos, se interpone una fina capa de aceite que proporciona el sistema de lubricación y disminuye el rozamiento.
El sistema de lubricación también contribuye a reducir la temperatura del motor y el ruido.
La bomba aspira aceite del depósito (cárter) y lo manda a presión, filtrado y limpio, hacia las piezas en movimiento del motor.
Si el indicador de control de aceite no se apaga o se enciende durante la marcha, parar inmediatamente el motor. No hay suficiente presión y existe peligro de avería grave.
Dentro del motor se producen temperaturas del orden de los 2.000 ºC, pudiendo llegar a producir gripajes entre sus piezas. Este sistema mantiene el motor en su temperatura óptima de funcionamiento, 95º C.
Los tipos de refrigeración empleados son:
Está compuesto de:
En caso de sobrecalientamiento se debe detener el vehículo y solucionar el problema antes de continuar la marcha.
Su función es la de orientar las ruedas directrices (delanteras normalmente). La dirección debe ser suave y segura.
La dirección asistida disminuye el esfuerzo del conductor sobre el volante. Este tipo de dirección es especialmente útil en vehículos pesados. Si la carga recae sobre el eje delantero sería muy difícil de mover.
Normalmente no precisa de mantenimiento. Si ha recibido algún golpe, conviene hacer un ajuste.
Es el sistema encargado de transmitir, en forma y tiempo adecuados, el movimiento del motor a la caja de velocidades. En los vehículos industriales se utilizan principalmente de dos tipos: el embrague de fricción en seco y el convertidor de par.
El disco de embrague transmite el movimiento a la caja de cambio. Mediante una placa de presión, accionada por un sistema de muelles o diafragma, se acopla y desacopla el disco de embrague del volante motor.
Similar a un embrague hidráulico, está formado por tres ruedas de hélices enfrentadas y encerradas en una carcasa con aceite. La bomba o impulsor recibe el movimiento del volante motor, e impulsa el aceite contenido hacia la turbina. La tercera rueda o estator, regula la energía transmitida por la bomba a la turbina, en función de la velocidad del motor y la carga a mover. En algunos tipos de vehículos industriales (trans por tes especiales, grúas autopropulsadas de gran tonelaje, etc.), se integran ambos tipos de embrague a la vez, para evitar daños al de fricción.
Los vehículos vienen equipados, excepto en algún caso, con un tacómetro que indica el número de revoluciones del motor (rpm).
La mayor parte de ellos tienen diferentes zonas, resaltadas con colores o con indicadores luminosos (leds). Las más características son de color verde y rojo:
Un ralentí demasiado alto provoca un mayor consumo de combustible.
Indica el mayor rendimiento del motor. Dentro de este abanico verde, la zona óptima de conducción, es donde se produce el mejor empuje. Está comprendida entre el inicio del par máximo y el final del mismo. Se debe tener en cuenta que:
Indica la zona peligrosa, donde el motor puede resultar daña do por exceso de revoluciones. En el caso de la imagen, existe una zona sin color, entre 2.000 y 2.300 rpm, que indica que está cerca de la zona peligrosa. En esta zona se produce un aumento considerable del consumo.
A partir de un determinado número de revoluciones, cerca de la zona peligrosa, el EDC (Regulación Electrónica Diésel) actúa regulando la entrada del combustible para no superarlas y no dañar así el motor. Cuando esto ocurre, se dice que el motor está a corte de inyección.
En retención, el motor se pasa de revoluciones cuando supera un régimen próximo a la zona peligrosa sin acelerar, al variar la relación del cambio de marchas (reduciendo) para, por ejemplo, hacer uso del freno motor a plena potencia de frenado. Si el empuje del vehículo es superior a la capacidad de retención del freno motor, las revoluciones aumentan y se entra en la zona peligrosa.
En determinados cuentarrevoluciones, una zona azul indica la zona de utilización y potencia del freno motor.
La utilización adecuada de la caja de cambios permite que el motor gire siempre dentro de la zona económica.
Es el mecanismo que consigue variar la relación entre el giro del motor, que llega a través del eje primario (de entrada), y el giro de la transmisión, acoplado al eje secundario (o de salida) de la caja de cambio, que finalmente llega hasta las ruedas.
Las diferentes relaciones del cambio varían la velocidad de giro y la fuerza que se imprime a las ruedas en proporción inversa:
Existen diferentes tipos de cajas de cambio para vehículos industriales, que se distinguen en su funcionamiento, pero que comparten la misma finalidad.
Precisa de la intervención del conductor para accionar tanto la palanca como el embrague. Existe gran variedad de modelos, desde 6 hasta 16 velocidades hacia delante, en función del servicio a realizar y la carga a transportar.
Está formada por una caja de 4 velocidades, con un grupo pospuesto (cambio de gama o de piso), que dobla el número de velocidades de la caja. En la gama baja están de la 1ª a la 4ª velocidad, y en la alta de la 5ª a la 8ª velocidad.
Si a la caja anterior se le añade otro grupo de engranajes antepuesto (partidora o splitter), se dobla de nuevo el número de velocidades, es decir, cada una de las 8 velocidades se puede subdividir en dos velocidades (baja y alta), y se obtiene una caja de 16 velocidades hacia delante.
Una evolución de este tipo de cambio es el cambio semiautomático, que incorpora un sistema electrónico que aconseja la relación apropiada en cada momento, que el conductor puede modificar antes de accionar el embrague.
Este modelo permite realizar una conducción en modo manual o automático, sustituyendo la palanca convencional por un sistema de accionamiento electroneumático, con embrague robo tizado (carece de pedal de embrague) o con pedal de embrague que se emplea exclusivamente para iniciar la marcha o detener el vehículo.
Un sistema electrónico gestiona en cada momento cuál es la relación de marchas que se debe acoplar para el funcionamiento óptimo del vehículo, en función de variables como el peso, el sentido y grado de inclinación, la posición del pedal de acelerador, las revoluciones del motor, el accionamiento de alguno de los frenos y la propia marcha acoplada.
Se utiliza frecuentemente en vehículos de servicios urbanos y suburbanos, como autobuses o camiones para recogida de residuos.
Entre sus elementos y características destacan:
Interruptor que hay en los vehículos automáticos al final del recorrido del acelerador. Cuando el conductor pisa a fondo el acelerador y se activa, el cambio selecciona la marcha más corta posible dada la velocidad del vehículo en ese momento.
Algunos fabricantes utilizan un sistema semejante llamado kickfast, por el que el cambio selecciona la marcha más corta sin necesidad de que el conductor llegue al final del recorrido del acelerador, si lo pisa con suficiente rapidez.
Para poder dar servicio a determinados elementos que incorporan algunos camiones, tales como sopladores de aire, bombas hidráulicas, bombas de aspiración, etc., se precisa de unas salidas de movimiento adicionales, denominadas tomas de fuerza.
Pueden ser:
Una vez modificada la relación de giro del motor en la caja de cambios, el empuje debe llegar a las ruedas del eje propulsor, aunque en determinados vehículos industriales, este empuje se transmite a más de un eje, existiendo una extensa gama de configuraciones.
La misión del árbol de transmisión es transmitir la fuerza y el movimiento desde la salida de la caja de cambios hasta el grupo cónicodiferencial, cuando es necesario cubrir la distancia entre el motor y el eje motriz.
Tienen árbol de transmisión los vehículos con motor delantero y las ruedas motrices en el eje trasero.
Aquellos vehículos que tienen el motor situado delante y las ruedas motrices son las delanteras, carecen de árbol de trans misión.
Son dos elementos diferentes albergados en conjunto en una misma carcasa, conocida de forma coloquial como diferencial, y sumergidos en un aceite viscoso llamado valvulina.
Se encarga de convertir el movimiento de giro longitudinal que proviene del cambio, en movimiento de giro transversal. Además desmultiplica el movimiento, es decir, disminuye la velocidad de giro transmitiendo más fuerza. Cuando la desmultiplicación es elevada se dice que el grupo es bajo, y alto en caso contrario.
Permite que las ruedas en extremos opuestos de un eje giren a diferentes velocidades, cuando la resistencia al giro de la rueda de un extremo es diferente a la resistencia que presenta la rueda del otro extremo. El diferencial transmite más movimiento a la rueda que presenta menor resistencia.
Esta situación se produce en las curvas, ya que la rueda exterior gira más deprisa porque presenta menor resistencia que la interior. En el caso de que la rueda de un extremo del eje pierda adherencia respecto a la opuesta, por ejemplo, debido a un bache o al estado de la superficie, la resistencia al giro de ésta disminuye respecto a la opuesta, y el diferencial transmite más movimiento a la que me nos adherencia presenta.
El diferencial actúa sólo cuando el vehículo recorre una curva.
Algunos vehículos incorporan este sistema que permite de forma manual o automática (sistemas autobloqueantes), eliminar la acción propia de los diferenciales en su totalidad, o en un porcentaje determinado, transmitiendo la fuerza y giro a las ruedas por igual o en la proporción indicada.
Se utiliza en determinadas condiciones de trabajo, limitadas por el tipo de carga o por la adherencia.
Son los ejes que transmiten el movimiento transversal que sale del diferencial hasta las ruedas. También se les llama semiárboles.
En algún caso, los camiones tienen ejes retractiles o descargables, que son dispositivos de elevación montados de forma permanente y destinados a reducir o incrementar la carga sobre el/los ejes del vehículo.
Las ventajas que permiten son:
Determinados vehículos como los remolcadores o los destinados a obras, precisan más de un eje de tracción.
Las configuraciones se realizan en base al número de ruedas que traccionan respecto del total de ruedas, contando las gemelas (dos ruedas en cada extremo de un eje) como una sola. También se tiene en cuenta si la tracción es permanente o acoplable en alguno de sus ejes.
Es aquella en que todos los ejes motrices transmiten el movimiento de forma constante. En este caso los ejes, además de los diferenciales transversales propios de cada eje motriz, necesitan otro diferencial llamado longitudinal, que actúa entre ejes motrices contiguos compensando la diferencia de vueltas de cada uno de éstos.
Es aquella que precisa una intervención directa del conductor o automática, para transmitir el movimiento a alguno de los ejes.
En este tipo de transmisión se utilizan cajas de transferencia conectables a voluntad del conductor, las cuales no compensan la diferencia de vueltas del eje delantero respecto al trasero, por lo que se debe tener especial cuidado en desacoplar oportunamente.
Existe la posibilidad en algún caso de que este acoplamiento se realice de forma automática, con ciertas limitaciones.
En la imagen lateral, se aprecian las diferentes con figuraciones en función del número de ruedas totales del vehículo y las ruedas que tienen tracción.
Es el destinado a evitar que las irregularidades del terreno se transmitan bruscamente al interior del vehículo y mantener las ruedas del vehículo siempre en contacto con el suelo.
Su misión es mantener la estabilidad del vehículo y absorber las irregularidades del terreno, evitando daños en la carrocería y haciendo la marcha más confortable.
Por ello sufre un deterioro prematuro cuando se circula en condiciones exigentes en cuanto al mal estado de la calzada, la brusquedad de las acciones, la carga, la velocidad u otras, más aún si se combinan varias a la vez.
Un sistema de suspensión en mal estado aumenta la distancia de frenado, provoca que la fatiga en el conductor aparezca con mayor facilidad, se producen balanceos de la carrocería en las curvas y frenadas, los neumáticos se desgastan irregularmente y disminuye la adherencia, sobre todo en pavimento mojado. También puede provocar que las luces oscilen durante la marcha, pudiendo deslumbrar.
El sistema de suspensión puede ser mecánico o neumático. Los vehículos pesados actuales llevan suspensión neumática, gestionada electrónicamente, que permite mantener nivelada la carrocería, mediante unos cojinetes de aire, adaptándose al estado de carga, del vehículo y de la carretera. Llevan además suspensión independiente en la cabina que aporta mayor estabilidad y ofrece comodidad durante la marcha al eliminar las vibraciones.
Es necesario comprobar la fijación de los elementos de la suspensión (uniones con la carrocería), la horizontalidad del vehículo y la limpieza de los fuelles. Los vehículos actuales suelen disponer de un gestor de engrase conectado a un sistema electrónico que controla la frecuencia de la lubricación y la cantidad.
En suspensión mecánica, comprobar:
En la suspensión neumática, comprobar:
Este sistema recoge los gases quemados del motor y los expulsa al exterior, entre ellos, los más nocivos, el Monóxido de Carbono (CO) y el Óxido de Nitrógeno (NOx). Los elementos principales de este sistema son:
El sector del transporte, en términos absolutos, es la principal fuente de emisiones de monóxido de carbono. Por este motivo, se han creado determinados sistemas para reducir la contaminación producida por emanación de los gases de los vehículos, entre los que podemos destacar:
Parte de los gases quemados se introducen de nuevo en el cilindro, con lo que se obtiene un descenso en la temperatura de combustión y un efecto positivo sobre la reducción de los óxidos de nitrógeno (NOx).
Este sistema suministra de forma continua, a la salida del turbo, una solución especial de urea (AdBlue) de máxima pureza que, por efecto de una reacción química, reduce las emisiones contaminantes. Cuando los gases del motor se mezclan con la urea en el catalizador, se descompone el óxido de nitrógeno (NOx) y se transforma en sustancia no contaminante.
Está prohibido que los vehículos con motor de combustión interna circulen con escape libre o sin silenciador eficiente.
En él están comprendidos los circuitos de encendido, de carga, de arranque y de iluminación, con un elemento común que es la batería.
Proporciona energía eléctrica para las demandas del vehículo, partiendo de una energía química producida por la reacción de un electrolito (disolución de agua destilada y ácido sulfúrico), principalmente con el motor parado.
En los motores de gasolina, es el encargado de producir la chispa en las bujías para que se inflame la mezcla que se encuentra en el interior de los cilindros. La gestión de este proceso se realiza por una unidad electrónica.
• De producirse alguna avería no suele ser susceptible de reparación. Hay que sustituir la pieza averiada.
Para reponer la energía de la batería que con sume el automóvil, se recurre a un generador de energía (alternador) movido mediante una correa.
El mantenimiento del circuito de carga se limita a mantener la correa en buen estado y sustituirla cuando se deteriore o se rompa.
Para arrancar el motor del vehículo es preciso hacerlo girar a unas 50 rpm, lo cual se consigue con el motor eléctrico de arranque al recibir corriente directamente de la batería.
No se debe insistir demasiado en su utilización, pues se podría descargar la batería.
Para alojar todos los elementos necesarios para el funcionamiento del vehículo, y que además, éste sea capaz de soportar la carrocería y la carga, se precisa una estructura denominada bastidor.
El bastidor es un esqueleto formado por largueros y travesaños, que proporcionan al vehículo la resistencia y fortaleza necesaria para el servicio que prestará, a la vez que le dotan de un determinado grado de flexión y torsión, sin llegar a deformarse.
Es el mismo bastidor con todos los elementos mecánicos y sobre el que se monta la carrocería, conformada por la cabina y la caja y/o el mecanismo o adaptación que se precise para el destino (finalidad) del vehículo. Cuenta con algunas medidas enfocadas a mejorar la seguridad como:
En los camiones, es la parte del vehículo en la que se alojan el conductor y acompañante o personal de servicio.
Está proyectada de forma que proporcione la máxima resistencia y ergonomía, así como conseguir que la conducción sea una tarea segura y cómoda. En este sentido, el estudio y diseño del puesto de conducción se centra en aspectos como:
La visibilidad del exterior, reduciendo al máximo los ángulos muertos hacia delante y de los laterales, incorporando:
La aislación acústica del habitáculo, proporcionando un ambiente tranquilo que contribuye a que el conductor mantenga la atención durante más tiempo y disminuye la fatiga y el estrés.
En la actualidad, la gran mayoría de camiones tiene la cabina abatible, para facilitar el mantenimiento y el acceso al motor. Tanto la acción de abatir como su inversa, se hacen de forma manual o asistida, mediante sistemas hidráulicos o electrohidráulicos, para que se realice de forma simple y segura.
Para accionar el sistema, se deben seguir las instrucciones del fabricante y, en todo caso, antes de proceder, debe verificarse que:
En los vehículos nuevos los sistemas de seguridad que incorporan llevan a que el conductor se confíe de las capacidades de esos sistemas para salvar cualquier situación. Pero de nada sirven los modernos sistemas de seguridad si no se realiza un mantenimiento adecuado o no se dejan de asumir más riesgos en la conducción.
Todos los sistemas de seguridad que incorporan los vehículos funcionan dentro de ciertas limitaciones. Es decir, que pueden no funcionar correctamente si se circula a una velocidad excesiva, de manera que se anulan sus efectos.
El conductor debe tener información de esos sistemas para aprender a usarlos y estar motivado para circular con seguridad. Así, es más probable que utilice los elementos de seguridad del vehículo.
La seguridad de los vehículos puede ser:
Hay elementos que son de seguridad activa y pasiva. Por ejemplo la carrocería es un elemento de seguridad activa porque su reparto de masas, altura, ancho, etc. determina el comportamiento del vehículo, y pasiva, porque protege, en caso de accidente, la integridad física de los ocupantes.
El sistema de frenado está diseñado para disminuir la velocidad del vehículo sin perder su trayectoria; hacerlo en el menor espacio posible; poder seguir siendo utilizado sin perder su eficacia, y también para mantener el vehículo inmovilizado en cualquier declive.
El frenado también se puede conseguir, en las ruedas motrices, con el motor y cuanto más baja es su relación de marcha, más retiene el vehículo. El frenado del motor en circulación normal es continuo, bien levantando el pie del acelerador, bien reduciendo a una relación de velocidad inferior, empleándose especialmente en pendientes descendentes pronunciadas.
Utilizar el motor como freno evita un desgaste prematuro del sistema de frenado.
Los dos tipos más comunes son los frenos de tambor y de disco.
El primero está formado por una parte móvil: el tambor, unida al cubo de la rueda; las zapatas, unas placas metálicas recubiertas de unos forros; y por otra fija: el plato de freno, donde están alojadas las zapatas.
Este sistema de freno está en desuso porque presenta una menor y más imprecisa frenada y un sistema de refrigeración deficiente, por lo que si se abusa de su utilización se produce un calentamiento de los elementos frenantes (balatas) produciendo un fallo en el sistema de frenado.
Los frenos de disco están formados por un disco, la parte móvil del sistema, que gira con la rueda; y por la mordaza que lo abraza, donde están alojadas las pastillas. Al accionarse el freno, los pistones empujan a las pastillas contra el disco por ambos lados, dificultando así su movimiento.
Los frenos de disco son los más empleados, excepto para determinados usos, por sus mejores prestaciones: mejor precisión y fuerza en la frenada, menor calentamiento y un desgaste uniforme.
Los frenos de los remolques tienen que tener un sistema que sea capaz de detenerlos de forma automática si se desconecta el vehículo tractor y cuando estén estacionados.
Los camiones y buses vienen equipados con sistemas de accionamiento óleoneumáticos, sistemas neumáticos y, los vehículos más modernos, con sistemas electroneumáticos.
El sistema neumático de frenos utiliza energía del aire a presión acumulado en el sistema.
El conductor actúa sobre un sistema neumático, y éste a su vez sobre un émbolo hidráulico.
El conductor actúa sobre un sistema neumático que mediante unas válvulas actúa sobre los pulmones de freno. Los elementos y sus funciones más destacables son:
El conductor actúa, por medio del pedal de freno, sobre un sistema neumático y electrónico a la vez, que regula, distribuye y controla la frenada. Entre sus ventajas respecto a los anteriores sistemas, destaca su rápida reacción, menor desgaste y mayor efectividad y rapidez en la frenada.
Este sistema impide el bloqueo de las ruedas en caso de una frenada de emergencia.
Aunque en algunos casos la distancia de frenado aumenta, la principal ventaja que tiene este sistema es que, como las ruedas siguen girando sin bloquearse, permiten que el conductor mantenga el control de la dirección, por ejemplo para esquivar un obstáculo.
En la medida de lo posible, se debe iniciar la frenada con el vehículo y las ruedas rectas, mantener pisado a fondo el pedal del freno, aun cuando se note que el pedal rebota.
El sistema ABS es muy útil en situaciones de escasa adherencia como lluvia, nieve, barro, etc.
En una situación de emergencia, se debe pisar al mismo tiempo el pedal de freno y de embrague. Al soltar el freno, en condiciones de baja adherencia, hay que tener en cuenta la retención del motor sobre el eje motriz, ya que no está controlada por el ABS. En pavimentos muy deslizantes, como el hielo, con adherencia casi nula, el ABS cumple también su función. Según el modelo de ABS, por debajo de una determinada velocidad puede desconectarse de forma automática, y puede actuar sobre el par de ruedas de un eje, en diagonal o individualmente por rueda.
Este sistema impide que patinen una o ambas ruedas de cada eje motriz, por diferencia de adherencia o exceso de aceleración. El EDS (Electronic Differential Slip) frena la rueda que intenta girar más deprisa, mientras que el ASR (Anti Slip Regulation) regula la aceleración. Determinados modelos desconectan el EDS por encima de una determinada velocidad, pero lo usual es disponer de una tecla que permite la desconexión temporal.
El control de tracción debe desconectarse cuando se quiera mantener la inercia del vehículo en determinados tramos con muy baja adherencia o cuando se utilicen cadenas.
Permite regular la presión de frenado con diferentes programaciones o niveles, en función de si el vehículo es rígido o es un conjunto de vehículos, y de otros sistemas de seguridad complementarios.
Este sistema detecta cuando existe riesgo de pérdida de control del vehículo. La unidad de mando coordina el empleo de los frenos individualmente y/o interrumpiendo el empuje del motor, y así mantiene el vehículo en la trayectoria fijada por el volante. Actúa con el EBS y el EDC, frenando o liberando presión de frenado en la rueda o ruedas donde se precise.
Este sistema es muy útil para maniobras bruscas e inesperadas, como esquivar un repentino obstáculo en superficies resbaladizas.
Si se percibe que el vehículo presenta un comportamiento extraño, no se debe actuar sobre los mandos intentando corregirla situación con el EBS conectado, ya que es posible que la corrección se sume a la realizada por el sistema, con consecuencias imprevisibles.
Los vehículos industriales suelen incorporar sistemas de frenado auxiliar, conocidos como retardadores o ralentizadores, que son capaces de retener el vehículo al bajar pendientes e, incluso, detenerlo casi en su totalidad. Estos sistemas permiten conservar la efectividad del freno de servicio, ya que frenan el eje motriz actuando en la transmisión y en el eje secundario de la caja de cambios, en el interior del cambio o en el propio motor del vehículo. Estos sistemas auxiliares pueden ser activados manualmente o de forma automática.
Según el tipo y/o montaje del sistema, los ralentizadores se dividen en:
A continuación se describen los ralentizadores más comunes:
En todos los vehículos se produce una acción de frenado cuando no se acelera, derivada de la retención del propio motor y conocida como freno motor.
Un dispositivo frena la salida de los gases de escape del motor y, consecuentemente, de los pistones, mediante una válvula de mariposa (chapaleta) que se abre al superar la presión pre fijada para liberar los gases, con una frecuen cia que determinará el régimen de giro del motor.
Frena aprovechando la presión que se genera en el tiempo de compresión, mediante la acción de una válvula, que se abre liberando la presión del aire comprimido en el momento de su expansión. Este es el método más eficaz, sobre todo si se cuenta con control electrónico.
La potencia de frenado depende de las revoluciones del motor, consiguiendo la máxima eficacia en las proximidades de la zona roja del cuentarrevoluciones. El freno motor se puede activar de forma manual mediante un mando que se acciona con el pie, colocado en el suelo cerca de los pedales de embrague o del freno de servicio, otro tipo de mando, o bien de forma automática, al actuar sobre el freno de servicio, o en combinación con otros sistemas.
La capacidad de frenado del freno motor es muy notable a baja velocidad, ya que la potencia (par) de frenado depende de las revoluciones del motor y no de la velocidad del vehículo. Por tanto, el efecto de la potencia de frenado se hace mucho más patente a menor velocidad. Una mayor cilindrada del motor implica un mayor par de frenado.
Retienen al vehículo mediante un sistema instalado en la propia caja de cambios movido por el eje secundario. Su poder de retención proviene de un líquido, aceite generalmente, y desde su accionamiento hasta su actuación existe un retraso significativo.
Los retardadores se accionan mediante un mando, con varios niveles de frenado, y también en combinación con otros sistemas. El accionamiento manual debe hacerse de forma escalonada, ya que así el sistema actúa más rápidamente que si se activan todos los escalones a la vez, reduciendo excesos de temperatura y desgastes irregulares en las ruedas del eje motriz. La refrigeración se produce mediante un intercambiador de calor, a través del sistema de refrigeración del propio vehículo.
Son similares a los anteriores, dependiendo su funcionamiento de las revoluciones del motor. Se utilizan mayoritariamente en vehículos de uso urbano o para determinados servicios con cambio automático por su elevada capacidad de frenado a baja velocidad.
Frena la transmisión por acción y efecto de campos magnéticos. La potencia de frenado viene determinada por la intensidad del campo magnético al que se somete. Su efectividad a altas velocidades no es tan intensa como la de los retardadores secun da rios hidráulicos y aumenta a medida que disminuye la velocidad. El gran inconveniente de estos retar dadores es que alcanza temperaturas muy elevadas, con riesgo de incendio en determinados casos, pero el retraso es mínimo.
Algunos vehículos incorporan un sistema que permite al conductor programar un límite de velocidad, conocido como limitador voluntario o autolimitador.
Este sistema resulta de gran utilidad para no sobrepasar la limitación de velocidad de las vías, del tipo de trans porte que se realiza, o por motivos de seguridad.
El limitador no acelera; sencillamente impide superar una velocidad prefijada a pesar de pisar el acelerador a fondo.
Se puede desconectar temporalmente en los vehículos que disponen de kickdown, para aquellas ocasiones que requieran un aumento de la velocidad, para continuar después con la limitación de velocidad pre fi jada. Usual mente, los mandos de accionamiento y programación de velocidad de crucero y autolimitador se encuentran incorporados en el volante multifunción.
Los vehículos pueden estar equipados con un sistema de regulación o programación de la velocidad de crucero, que permite al conductor quitar el pie del acelerador, ya que el sistema se encarga de mantener la velocidad a la que ha sido programado sin variaciones sustanciales.
Es una mejora del Cruise Control que incluye un sistema de radar o láser. Calcula la distancia y la diferencia de velocidad entre nuestro vehículo y el que circule delante, ajustando la velocidad. Si es preciso actúa también sobre el freno de servicio en un determinado porcentaje.
Este es un sistema muy útil cuando la visibilidad es reducida (niebla, lluvia o de noche), lo que no implica que el conductor pueda bajar su nivel de atención o asumir riesgos innecesarios.
Para un correcto mantenimiento del sistema de frenos hidráulico es necesario comprobar periódicamente:
En un sistema neumático de frenos, se debe revisar:
Actualmente, algunos vehículos, realizan un purgado de forma automática, pero en algunos se mantiene la válvula de drenaje manual. Una válvula de descarga evita sobrepresiones en el circuito.
Las causas más frecuentes de una falla de frenos pueden ser:
La situación variará según donde se produzca. La situación límite sería si la falla total se produjera en un descenso pronunciado y largo.
En tal caso:
• Dirigir el vehículo hacia un camino lateral ascendente o procurar el roce lateral del vehículo contra un talud, cuneta, etc. Mantener las manos en el volante para poder rectificar y controlar la trayectoria y no chocar contra un árbol, muro, etc.
Cuando es de noche o las condiciones de luminosidad desfavorables, los diferentes sistemas de luces de los vehículos tienen dos funciones: ver y ser vistos.
Para ver es importante hacer un uso adecuado del sistema de luces, así como un correcto mantenimiento (ampolletas fundidas, ajuste de la altura de los focos y sustitución de ampolletas).
Si las luces del vehículo no están bien reguladas y apuntan demasiado bajo, se tarda más tiempo en ver un posible obstáculo en la calzada. Si el vehículo tiene posibilidad de ajustar la altura de los faros, se debe hacer en caso de cargar en exceso en la parte posterior, ya que el haz de luz se levanta y puede encandilar a los otros usuarios de la vía. También existen avances tecnológicos relacionados con la iluminación:
Son el único elemento del vehículo en contacto con el suelo, y un elemento esencial del vehículo. Entre otras funciones, soportan la masa del vehículo, permiten dirigir el vehículo y amortiguan las pequeñas irregularidades del terreno.
En caso de montaje gemelo, se debe tener en cuenta que el tamaño y la presión de las ruedas deben ser iguales. Además, se debe comprobar periódicamente que su des gas te es uniforme.
Es la parte metálica de la rueda que soporta el neumático y disipa parte del calor generado por el rozamiento de éste. En las ruedas sin cámara, aloja también la válvula.
Las ruedas están provistas de neumáticos para adherirse al pavimento, sirviendo de punto de apoyo para el desplazamiento y frenado del vehículo. Son los responsables del comportamiento dinámico del vehículo, ya que constituyen el único punto de unión con el suelo.
Sus funciones son:
Interiormente, los neumáticos están formados por una serie de tejidos tex tiles. Según la orientación de estos tejidos, se pueden dividir en:
Según sea el sistema que mantiene el aire herméticamente en su interior, pueden ser:
Existen diversas circunstancias que provocan un desgaste prematuro de los neumáticos, aunque la más frecuente es la presión inadecuada. La presión baja produce un aumento de:
Además, la presión baja ocasiona un mayor desgaste de los laterales de la banda de rodadura (hombros).
La presión alta produce una disminución de:
Determinadas señales en los neumáticos pueden reflejar algunos problemas relacionados con la conducción, con el mantenimiento del vehículo o un uso inadecuado de los neumáticos, como pueden ser:
El riesgo de salirse de la vía es muy alto. Para intentar evitarlo, el conductor debe sujetar firmemente el volante y mantener la trayectoria, no frenar a fondo y permitir que el motor actúe como freno, usar los frenos suavemente, lo menos posible y desacelerar suavemente.
Para realizar un cambio de ruedas se debe:
La banda de rodamiento de la cubierta tiene una serie de hendiduras y surcos que constituyen el dibujo del neumático, cuya misión es la de que éste se agarre mejor al pavimento y que en caso de pavimento mojado, sacar el agua de debajo del neumático según va rodando.
Los canales de evacuación que recogen y lanzan el agua fuera de la zona de contacto con el suelo, generalmente son transversales (lanzan el agua por los laterales) y circunferencia les (lanzan el agua hacia atrás).
Cuando la banda de rodamiento se ha desgastado, y el neumático está diseñado y marcado de fábrica para permitirlo se puede volver a redibujar estas hendiduras, siempre que no sean utilizados en las ruedas de los ejes direccionales.
En los vehículos de locomoción colectiva y en los taxis, está prohibido el uso de neumáticos redibujados.
Los neumáticos de los vehículos de locomoción colectiva y de los taxis, deberán tener una banda de rodamiento cuyo dibujo tenga al menos la siguiente profundidad:
En general, existen tres configuraciones clásicas de la banda de rodadura y varias combinaciones de las mismas.
Es recomendable que la banda de rodamiento sea de dibujo:
Significa rotar la posición entre los neumáticos, lo que permite que su desgaste sea uniforme e, incluso, corregir dicho desgaste si se hace en su fase de inicio.
No hay ninguna regla específica para la realización de las rotaciones, ya que depende del tipo de uso al que se destine el vehículo, y se puede invertir el sentido de giro sin problemas, excepto en el caso de neumáticos con sentido de rodaje inscrito en el lateral.
No olvidar que una vez realizada la permutación de los neumáticos se debe verificar el correcto alineado y el balanceo de cada uno de ellos.
Dispositivo que vigila constantemente la presión de los neumáticos durante la marcha y, en caso de pérdida de presión, advierte al conductor. El sistema no añade aire a las ruedas.
Dispositivo que indica la presión al conductor y, además, se sirve del aire del circuito del propio vehículo para mantener la presión predeterminada en frío, tanto en caso de pinchazo como en movimiento.
Es obligatoria una rueda de repuesto salvo en los vehículos que cuenten con un sistema alternativo al cambio de ruedas, que ofrezca garantía para la continuidad en la conducción y movilidad del vehículo, y que previamente estén acreditados por el Ministerio de Trans portes y Telecomunicaciones.
Estos sistemas alternativos tienen ciertas limitaciones (de velocidad y de distancia recorrida) que hay que respetar.
Algunos vehículos que prestan servicios urbanos de transporte de pasajeros, bajo ciertas condiciones reglamentarias, pueden circular sin rueda de repuesto.
Los vehículos motorizados de carga, sus remolques y semirremolques cuyo peso bruto vehicular sea de 7 toneladas o más, deben llevar cintas reflectantes en su parte trasera y en los laterales.
En la parte trasera deben ser de colores rojo y blanco alternados. Se deben colocar de forma horizontal a todo lo ancho del vehículo, a una altura sobre el suelo lo más cerca posible de 1,25 metros. También deben llevar una cinta de las mismas características a lo largo de todo el parachoques.
En los vértices superiores traseros de la carrocería, se deben colocar dos pares de cintas de color blanco, formando un ángulo recto para indicar la forma del vehículo.
En los laterales se deben colocar cintas de color rojo y blanco alternado, cubriendo al menos la mitad de cada costado y alcanzando los extremos delantero y trasero del vehículo y distribuidas lo más equitativamente posible. Deben estar colocadas a una altura sobre el suelo lo más cerca de 1,25 metros.
Los tractocamiones no tienen que llevar cintas en los laterales.
Los vehículos destinados al transporte remunera do de escolares pueden llevar cintas retrorreflectantes de color amarillo en los laterales y en la parte trasera, de forma horizontal por debajo de las ventanas.
La carrocería de los vehículos tiene dos funciones principales, soportar todos los elementos del vehículo (motor, ruedas, sistemas, etc.) y proteger a los ocupantes. La estructura central, donde viajan los pasajeros, está diseñada para mantenerse rígida y sin deformarse en caso de accidente. El resto de la estructura está proyectada para que se deforme progresivamente absorbiendo la energía de un posible impacto, sin que llegue a los pasajeros.
El cinturón de seguridad tiene por finalidad retener y proteger el cuerpo en los casos de choque o vuelco evitando los desplazamientos y golpes violentos dentro del vehículo o su proyección al exterior. Además, su uso en los asientos traseros, evita que en caso de accidente, los ocupantes provoquen importantes lesiones en los que viajan delante.
Su eficacia está plenamente demostrada en todos los asientos del vehículo. En general, su uso adecuado reduce casi a la mitad la probabilidad de resultar muerto en caso de accidente.
Existen, principalmente, cinturones con 2 o 3 puntos de anclaje, siendo más seguros los de 3 puntos.
No es aconsejable utilizar prendas de ropa gruesas porque disminuye la eficacia del cinturón de seguridad.
No deben usarse complementos como cojines, fundas de asiento, etc., porque hacen perder eficacia al cinturón, modificando su capacidad de retención y aumentando la probabilidad del efecto submarino, que consiste en que el cuerpo se desliza por debajo de la banda abdominal en caso de impacto.
El cinturón de seguridad utilizado conjuntamente con el airbag reduce, considerablemente, la gravedad de las lesiones en caso de accidente. El cinturón de seguridad no sustituye al airbag ni viceversa.
Para que el cinturón sea eficaz debe estar:
Está prohibido que los menores de 12 años ocupen el asiento delantero de automóviles, camionetas y similares, excepto en los de cabina simple. Los niños menores de 9 años que viajen en los asientos traseros de los vehículos livianos deben usar obligatoriamente sillas para niños. El conductor será responsable si no se utilizan. Están exentos de su uso los taxis, en cualquiera de sus modalidades.
El uso de cinturones de seguridad es obligatorio en los asientos delanteros. También es obligatorio en los asientos traseros de los vehículos livianos cuyo año de fabricación sea 2002 o posterior.
Los vehículos de transporte escolar deben estar equipados con cinturón para todos sus pasajeros si su año de fabricación es 2007 o posterior. Su uso es obligatorio.
Los buses de transporte interurbano de pasajeros deben estar equipados con cinturón de seguridad en todos sus asientos. Esta norma es exigible a los buses de transporte público interurbano cuyo año de fabricación sea 2008 en adelante, y para los vehículos de transporte privado interurbano cuyo año de fabricación sea 2012 o posterior. En todo caso, su uso es obligatorio cuando el vehículo tenga instalados cinturones de seguridad.
En los taxis y en los buses de transporte interurbano de pasajeros, la responsabilidad del uso del cinturón recae en el pasajero salvo que no funcione, en cuyo caso la responsabilidad será del propietario.
El airbag amortigua el golpe y evita que el conductor y los ocupantes choquen directamente contra el volante, parabrisas, ventanillas, tablero, etc., y reduce la posibilidad de lesiones cervicales en caso de accidente.
Se activa cuando un sistema electrónico detecta una desaceleración violenta del vehículo (como por ejemplo, un golpe o colisión frontal o semifrontal circulando a más de 30 km/h). Un dispositivo pirotécnico genera una reacción química que produce instantáneamente una gran cantidad de gas que infla la bolsa antes de que el cuerpo del conductor llegue a golpear contra el volante. Después del inflado completo, el airbag se desinfla rápidamente para permitir la libertad de movimiento del conductor tras el impacto. Todo este proceso no dura más de unas centésimas de segundo.
Además de los airbag frontales, existen airbag laterales, de cortinilla, de piernas, etc. que protegen a los ocupantes de otros impactos contra el interior del vehículo.
Los fabricantes de motocicletas están incorporando el airbag como medida de seguridad en alguno de sus modelos. Requiere una revisión periódica (según lo indique el fabricante) de los sensores que detectan la desaceleración y de los dispositivos pirotécnicos, pues estos pueden perder sus propiedades. En caso de activación, debe ser sustituido.
Aunque es casi habitual en los vehículos nuevos, su instalación no es obligatoria.
Con el uso adecuado del apoyacabezas, se pueden evitar o reducir las lesiones que se producen en la zona cervical de la columna en caso de colisión o alcance por detrás (latigazo cervical).
Los apoyacabezas no son elementos para la comodidad, sino para la seguridad, y deben regularse correctamente (su parte superior debe estar a la altura de la cabeza, la parte central a la altura de los ojos y que no exista espacio entre el apoyacabezas y la cabeza, o que sea el menor posible. Nunca más de 4 cm).
Los vehículos motorizados de carga, sus remolques y semirremolques cuyo peso bruto vehicular sea de 7 toneladas o más, deben llevar en su parte trasera un dispositivo que impida que otros vehículos puedan impactar contra ellos y quedarse empotrados debajo.
De forma opcional, y con la misma finalidad, también se instalan en los vehículos protecciones laterales.
Los vehículos de locomoción colectiva y de transporte de carga no podrán tener ninguna modificación en sus parachoques originales.
Según los usos a que se destinen, son obligatorios diferentes tipos de extintores.
Los extintores tienen que cumplir los siguientes requisitos:
Estos dispositivos deben tener las siguientes características:
Se deben colocar uno por delante y otro por detrás del vehículo. Si la vía es de sentido único o de más de tres pistas de circulación en el mismo sentido, se debe colocar un solo dispositivo detrás. Se aconseja colocarlos a 50 metros del vehículo u obstáculo, visibles desde 100 metros.
El conductor debe realizar las operaciones básicas de mantenimiento de cualquier vehículo de forma metódica, ya que con esto puede prevenir problemas, como deterioros prematuros y averías evitables, así como una disminución del consumo de combustible.
Es importante conocer el consumo del vehículo, ya que su aumento injustificado nos avisa de alguna anomalía en su funcionamiento. Para controlar el consumo en los vehículos que cuentan con medidores de caudal, es suficiente con anotar periódicamente el consumo, y en aquellos que no lo tengan, anotar los litros consumidos y los kilómetros recorridos.
El principal mantenimiento de un vehículo relacionado con el motor es la revisión del nivel de aceite y el cambio de los filtros de aceite y aire cuando lo recomiende el fabricante.
Rodear el vehículo para detectar posibles anomalías, observando:
En el caso de los camiones, además se debe observar el estado de los dispositivos de enganche y de todos los dispositivos y accesorios visibles del remolque.
Nivel de aceite: Debe comprobarse con el motor frío y el vehículo en llano.
El nivel debe estar entre el mínimo y el máximo. En caso necesario, se debe añadir aceite del mismo tipo y calidad, cuidando en especial que la viscosidad (capacidad de fluir) sea la misma (Norma SAE). Observar también el desgaste por el uso y la capacidad de lubricación del mismo.
En caso necesario, rellenar el líquido refrigerante (nunca agua) por el vaso de expansión, pero nunca con el motor caliente, ya que se corre el riesgo de sufrir quemaduras al abrir el tapón.
Comprobar correas, manguitos y fugas. En aquellos vehículos que pueda hacerse con facilidad:
Con el motor en marcha pero detenido, comprobar:
En época de frío, puede indicar presión alta hasta que el aceite no se haya calentado un poco, porque está más viscoso (denso), cuando en realidad la lubricación todavía es muy pobre y se puede causar daños al motor.
Con el vehículo en movimiento, comprobar:
Observar los niveles de líquido de:
Comprobar el funcionamiento del secador de aire, purgando el agua de los estanques acumuladores de aire mediante la válvula de drenaje.
Libro PDF - Conocimiento y mantención del vehículo
DFL 1 Fija Texto Refundido, Coordinado y Sistematizado de la ley de tránsito
LEY 20.904 - Ley SRI Sistemas de Retención Infantil, aumento exigencias
LEY 20.770 - Ley Emilia, manejo en estado de ebriedad, causando lesiones
LEY 20.580 - Ley Tolerancia cero, manejo ebriedad-sustancias estupefacientes
LEY 19.925 - Nueva Ley de Alcoholes
DECRETO 122 - Reglamento de curso teórico y práctico - Clases A-3 y A-5
DECRETO 61 - Curso de capacitación A-1 o A-2 antes del 8 de marzo de 1997
DECRETO 164 - Chaleco de alta visibilidad. Modifica el Decreto Nº 22, de 2006
DECRETO 37 - Obligación de pintar dígitos de la placa patente única
DECRETO 237 - Reglamenta servicios especiales de transporte de pasajeros
RESOLUCIÓN 48 - Elementos de seguridad vehículos de pasajeros y comerciales