En esta unidad aprenderemos:
El funcionamiento mecánico del vehículo y los sistemas que lo componen, iniciando por el panel de instrumentos y sus principales testigos, luego veremos el funcionamiento del motor y los frenos, también la importancia de los neumáticos y las luces. trataremos otros factores presentes en la conducción como la distancia de detención y reacción, además de los elementos de seguridad pasiva y activa.
(Temario actualizado: agosto 2024, en base al Nuevo Libro para la Conducción en Chile)
Para conducir de manera segura, es crucial mantener tu automóvil en buenas condiciones. Para ello, es fundamental que comprendas cómo está construido y cómo funcionan sus componentes principales.
Para empezar, debes familiarizarte con el panel de instrumentos, ya que es el medio de comunicación diseñado para informarte sobre el estado de los principales sistemas del vehículo.
Testigos color verde: Indican la puesta en funcionamiento.
Testigos color rojo: Informan atención inmediata, avería grave.
Testigos color amarillo o ámbar: Advierten sobre un posible problema a revisar.
Tacómetro: Velocidad del motor en revoluciones por minuto
Indicador de combustible
Indicador de temperatura del líquido refrigerante
Odómetro: Indica la distancia total o parcial recorrida por el vehículo.
Velocímetro: Mide y muestra el valor de la rapidez instantánea del vehículo.
Es indispensable para todas las personas conductoras conocer el funcionamiento de su automóvil, como está construido, cuáles son sus principales partes y funcionalidades, además de las posibles fallas y medidas que debe tomar ante ellas, como también la correcta utilización de todos los elementos de seguridad en el marco de una conducción responsable para el bien de todos.
Se trata del sistema encargado de distribuir aceite a todas las partes móviles dentro del motor con el objetivo de reducir el desgaste y la fricción entre las superficies de los componentes. Esta distribución se realiza a presión y cuando este procedimiento falla, es decir, cuando el motor no está siendo correctamente lubricado, se enciende en el panel de instrumentos la luz indicadora de la presión de aceite, lo que indica que el nivel de aceite es bajo. Si esta se enciende, debes detener el motor de inmediato y no ponerlo en marcha hasta haberlo reparado, ya que le puedes causar averías graves.
Te recomendamos controlar el nivel de aceite y agregar más si el nivel está bajo. Además, cambiar periódicamente el aceite y el filtro, según las recomendaciones del fabricante del vehículo. Utiliza aceites reconocidos y no olvides controlar los sellos de los envases.
Los principales elementos y funcionamiento del sistema eléctrico son:
Posibles fallas y sus causas, en el sistema eléctrico:
Fusible fundido: Los fusibles impiden incendios y deterioro del sistema eléctrico. Cuando falla algún componente eléctrico, comúnmente se funde un fusible, por ello es necesario revisar y reemplazar.
Ampolleta quemada: si el intermítete en el tablero está más rápido o alguna luz no enciende, es posible que se deba a una ampolleta quemada.
Batería mal cargada: Cuando la batería está mal cargada el motor del vehículo tiene dificultades para encender al darle contacto, especialmente con bajas temperaturas (invierno).
Batería descargada: Si el motor no arranca, es debido a que la batería se encuentra totalmente descargada.
Este sistema es el encargado de suministrar combustible al motor para su correcto funcionamiento. Si al conducir sientes un fuerte olor a gasolina debes detenerte para investigar la causa del problema. Así puedes prevenir el riesgo de incendio en tu vehículo.
AL CARGAR GASOLINA, RECUERDA:
RECOMENDACIONES PARA REDUCIR LA CONTAMINACIÓN ASOCIADA AL COMBUSTIBLE:
Cuando el motor esté frio:
Este sistema tiene la misión de enfriar el motor para mantener la temperatura adecuada durante su funcionamiento. Este proceso utiliza un líquido refrigerante (agua destilada más un anticongelante) que circula de manera constante por canales en el bloque del motor y pasa desde ahí al radiador.
Cuando hay una obstrucción del sistema de refrigeración, poco líquido refrigerante y/o una correa de la bomba de agua rota o mal tensada, la temperatura del motor se eleva.
Si esto sucede, debes detener la marcha y reparar la avería.
Hoy en día, la mayoría de los vehículos tiene ventilador eléctrico que se activa al subir la temperatura (especialmente al circular a baja velocidad). Si esto no sucede, puede deberse a un contacto defectuoso, que la correa del ventilador esté dañada o a un fusible dañado.
También es importante destacar que, a temperaturas bajo cero, el líquido refrigerante debe contener una cantidad suficiente de anticongelante que impida que el motor y el radiador se dañen por efecto de la congelación del agua, asegúrate de usar el tipo de líquido adecuado para tus necesidades.
Ventilador eléctrico: Los vehículos modernos cuentan con ventilador eléctrico, este funciona cuando sube la temperatura sobre todo al manejar a baja velocidad. Si no funciona se puede deber a la falla en un contacto o un fusible dañado.
Alta temperatura: Si el vehículo tiene un alza de temperatura anormal, es posible que esté rota la correa del ventilador.
Baja temperatura: El agua congelada en temperaturas bajo cero, puede dañar el motor y radiador, por ello es importante que el líquido refrigerante contenga suficiente anticongelante para evitar posibles daños en el sistema.
Se trata del conjunto de elementos y conductos que facilitan la expulsión al exterior de los gases que se han generado en la combustión, con el fin de mejorar el rendimiento del motor y su sonoridad.
Estos gases de escape contienen sustancias tóxicas, entre ellas se encuentra el monóxido de carbono, un componente venenoso, incoloro e inoloro. Por esta razón, es muy importante revisar el correcto funcionamiento de este sistema, el cual es propenso a oxidación o que se estropee, provocando que este gas penetre en el interior del vehículo, lo mismo puede ocurrir, al conducir con el portaequipaje abierto. Los primeros síntomas de intoxicación con monóxido de carbono, son el dolor de cabeza y los vómitos. A la menor señal de intoxicación, sal del vehículo y respira aire fresco.
Al presionar el pedal de embrague se desconecta la transmisión en el sistema que se encuentra entre el motor y la caja de cambios, en ese momento no se transmite la energía y es posible pasar cambios y volver a conectar el embrague soltando el pedal.
Su función es multiplicar la fuerza del motor. Puede tener hasta 6 marchas. Cada marcha corresponde a un rango de velocidad, manejar a velocidad adecuada a la marcha contamina menos y ahorra combustible.
El sistema de dirección se encarga de transmitir el movimiento del volante hacia las ruedas. Para que este proceso requiera el mínimo esfuerzo humano, existe un mecanismo auxiliar llamado servodirección.
Debes saber que la dirección se desalinea con mayor rapidez cuando el vehículo es sometido a sobrecargas, así como cuando topa contra el borde de una solera u otro obstáculo, o cae en hoyos.
Esto provoca que las ruedas produzcan vibraciones y aumente el desgaste de los neumáticos. Algunas de las señales que te indicarán si hay algún defecto en la dirección, o poca presión de aire en los neumáticos delanteros, son: sentir la dirección pesada, escuchar un chirrido excesivo al doblar o, si al conducir por un terreno plano, el vehículo tiende a irse hacia un lado.
Estos sistemas son los encargados de mantener en todo momento el contacto entre los neumáticos y la superficie de la calzada, garantizando la estabilidad del vehículo y proporcionando confort a la persona conductora. Estos sistemas tienen un papel clave para mantener la trayectoria deseada además de absorber las irregularidades del asfalto.
Dada su relevancia para nuestra seguridad y la de las demás personas, es importante aprender a supervisar estos sistemas e identificar posibles problemas. Consulta al mecánico si presentan algún indicio de avería
Peligros y consecuencias de amortiguadores en malas condiciones:
Identificar señales de amortiguadores en mal estado:
El sistema de frenos permite reducir la velocidad del vehículo llegando incluso a su detención, por tanto, es importante efectuar una supervisión y mantenimiento de ellos y saber cómo reaccionar ante una falla total, para evitar un siniestro de tránsito.
Todos los vehículos tienen dos sistemas de frenos, que actúan independientemente uno del otro:
1. El freno de servicio (pedal de freno) generalmente es hidráulico y actúa sobre las cuatro ruedas. Los vehículos antiguos tienen solo un sistema de circuito hidráulico, lo que hace que si la tubería del freno se rompe en algún lugar, todo el fluido desaparece, y con ello el efecto de frenado en todas las ruedas. En cambio, los vehículos modernos están equipados con sistemas de frenos de dos circuitos. Así, si se produce una falla en un circuito, se mantiene cierto efecto de frenado en el otro.
2. El freno de estacionamiento (freno de mano) es mecánico y generalmente actúa sobre las ruedas traseras. Muchos automóviles poseen un sistema de servofrenos, que aumenta considerablemente la fuerza de frenado. Esta tecnología funciona sólo con el motor en marcha. Por eso hay que tener cuidado al ser remolcado o si el motor se detiene en una bajada.
Es importante saber que a temperaturas bajo cero es conveniente hacer pruebas de frenado a baja velocidad. Si circulas por una calle inundada, o si has lavado el vehículo recientemente debes eliminar, también frenando, la eventual humedad en los tambores, especialmente si el vehículo ha estado estacionado.
Además, debes saber que existen 2 tipos de frenos, los convencionales y los frenos antibloqueo o ABS. Estos funcionan de forma distinta por lo que es de suma importancia saber qué tipo de frenos tiene el vehículo en el que te desplazas.
Ante una situación de emergencia, donde es necesario detener el vehículo lo más rápido posible, se debe considerar que uno de los mayores riesgos ante una frenada brusca es que las ruedas del vehículo se bloqueen y se deslicen sobre el pavimento. Cuando esto ocurre la distancia de frenado aumentará notablemente. Además, en estas condiciones es imposible controlar la dirección del vehículo, por lo que hay una gran probabilidad de que no se pueda evitar el obstáculo.
Es importante que usted controle:
Baja temperatura y humedad:
Recomendaciones para evitar fallas en los frenos
Si bien algunas de las verificaciones recomendadas puedes efectuarla tú, en otros casos debes acudir a un taller mecánico.
Los sistemas de servofrenos aumentan notoriamente la fuerza de frenado. Este servo freno funciona solo con el motor en marcha, por tal motivo hay que tener cuidado cuando el vehículo no está en funcionamiento, por ejemplo, al ser remolcado.
Revisar los fluidos de un automóvil, como el lubricante del motor, el refrigerante y el líquido de frenos, es fundamental para mantener su buen funcionamiento y prolongar su vida útil. El aceite de motor lubrica las piezas internas, evitando el desgaste excesivo; el refrigerante regula la temperatura, previniendo el sobrecalentamiento, y el líquido de frenos garantiza una respuesta de frenado segura. Un nivel bajo o la falta de estos fluidos puede causar graves daños al motor, problemas de seguridad, siniestros y costosas reparaciones. Realizar una revisión periódica asegura que el vehículo opere de manera óptima y confiable en todas las condiciones de manejo.
Los neumáticos son el único punto de apoyo del vehículo con la calzada, por esto, es de vital importancia controlarlos regularmente.
El agarre de los mismos aporta la seguridad necesaria bajo cualquier condición meteorológica, incluso en situaciones difíciles.
Presión de aire y desgaste:
Es importante revisar habitualmente la presión de aire de los neumáticos, esta debe ser constante durante todo el año. Cuando hay problemas de alineamiento o de amortiguación se apreciará un desgaste irregular, tal vez por conducir con una presión de aire inadecuada. Para evitar que el vehículo patine, debe mantener la presión que indica el fabricante.
Desgaste notorio:
Cuando hay desgaste al centro del neumático en la banda de rodamiento, se entiende que han trabajado con exceso de aire. Si el desgaste es solo por los extremos, entonces se ha utilizado menor presión que la requerida.
Baja presión de aire:
Si en una de las dos ruedas traseras hay baja presión aumenta la tendencia al giro. Con baja presión en las ruedas delanteras la dirección se torna pesada. Una rueda delantera con baja presión tuerce el vehículo hacia un lado.
Adherencia:
Con una presión de aire demasiado alta, Se pierde la adherencia de los neumáticos.
Estado de los neumáticos:
Para la mejor estabilidad posible, los mejores neumáticos deben estar en la parte trasera del vehículo, sin importar donde está la tracción.
El razonamiento detrás de esto es que los neumáticos traseros son cruciales para mantener la estabilidad del vehículo en curvas y condiciones resbaladizas. Si los neumáticos traseros están desgastados, pueden perder tracción más fácilmente que los delanteros, lo que puede llevar a un sobreviraje donde la parte trasera del vehículo tiende a deslizarse hacia afuera. En cambio, si los neumáticos delanteros están más desgastados, el vehículo puede subvirar (continuar en línea recta en lugar de girar), lo cual es generalmente más controlable.
Presión en invierno:
La vida útil de los neumáticos disminuye cuando se baja la presión, por debajo de lo indicado por el fabricante, en invierno.
Recomendaciones importantes:
Todos los vehículos deben estar provistos de focos y luces exteriores para poder ver y ser visto por las demás personas cuando se conduce en la oscuridad o cuando la visibilidad se encuentra reducida, así como para poder advertir al resto determinadas situaciones o la intención de realizar algunas maniobras.
Así, los automóviles y, en general, los vehículos motorizados de 4 o más ruedas, deben poseer los siguientes focos y luces exteriores:
Parte delantera: Dos focos que proyecten luces altas y bajas, dos luces de estacionamiento y dos luces destellantes de viraje.
Parte trasera: Dos luces de estacionamiento, dos luces destellantes de viraje, dos luces de retroceso, dos luces rojas fijas, dos luces de freno y una luz que ilumine la placa patente del vehículo.
Adicionalmente, debe contar con una tercera luz de freno ubicada al centro de la luneta trasera de los automóviles, jeeps, furgones, station wagon, camionetas y vehículos de transporte de escolares.
Asegúrese de que sus luces estén limpias, que funcionen y que sus focos de luces altas y bajas estén bien ajustados. Un mal ajuste puede encandilar a los demás usuarios de la vía y causar un siniestro.
Puede controlar que sus luces bajas no cieguen, para eso:
Estas luces deben ser usadas solamente cuando el vehículo esta detenido por alguna falla:
Algunos vehículos, además de contar con las luces antes señaladas que son obligatorias, están provistos también de luces neblineras. Estas pueden usarse sólo cuando la visibilidad se encuentre considerablemente reducida, ya sea a consecuencia de la niebla o de una lluvia torrencial, y deben apagarse tan pronto mejore la visibilidad.
Testigos de luces
Los espejos permiten a la persona conductora ver el tráfico que circula detrás de ella y a la derecha e izquierda del vehículo. La mayoría de los espejos laterales son convexos, por lo que las imágenes se visualizan más lejanas de lo que están en la realidad.
Ten presente que aun cuando tus espejos estén muy bien regulados, al conducir siempre existirá una zona sobre la cual no tendrás visión. Estos sectores son denominados puntos ciegos o ángulos muertos (en la imagen están indicados de color amarillo)
Debes tener especial precaución con las y los usuarios vulnerables, es decir, con peatones, ciclistas y motociclistas. Recuerda que estos no cuentan con una carrocería para protegerse y absorber el impacto de un siniestro de tránsito.
Es muy importante, para conducir de forma segura realizar revisiones periódicas de:
Verifique los siguientes elementos:
Tienes que tener en cuenta que las personas que se desplazan en un vehículo están sujetas a las leyes físicas del movimiento y sus consecuencias. Por ejemplo, un vehículo que se aproxima a una curva tiende a continuar su desplazamiento en línea recta. Al mover el volante del automóvil, estás desviando la trayectoria recta que seguiría a causa de la fuerza de inercia, sin embargo, si conduces a una velocidad demasiado alta, la fricción puede no ser suficiente para mantener al vehículo en la carretera.
Al aumentar la velocidad al doble, la energía del movimiento aumenta 4 veces, lo que hay que tener presente, por ejemplo, al acercarse a una curva, ya que costará más mantener la dirección.
Siempre recuerde al conducir:
La distancia de detención es la suma de la distancia de reacción y la distancia de frenado.
La Distancia de Detención (S) = la Distancia de Reacción (R) + Distancia de Frenado (F):
Deberemos tener en cuenta:
Distancia de Reacción: es la distancia que recorre un vehículo desde que el conductor percibe un estímulo hasta que responde al mismo pisando el freno.
Puedes estimar aproximadamente la distancia de reacción, multiplicando por tres la primera cifra de la velocidad. Este ejercicio es válido hasta los 99 km/h. Para velocidades sobre 100 km/h, debes considerar los 2 primeros dígitos (ver imagen de referencia).
La distancia de frenado es la distancia que recorre el vehículo desde que se presiona el pedal de freno hasta su detención total. Esta depende de la velocidad, del estado de la calzada, de la pendiente, del estado de los frenos y neumáticos, y de la forma de frenar.
La distancia de frenado crece al cuadrado con el aumento de la velocidad. Así, si duplicas la velocidad, la distancia de frenado aumenta cuatro veces; si la triplica, la distancia de frenado aumenta 9 veces, etc.
En cuanto a la forma de frenar, hay varias maneras. La persona conductora que planifica su conducción disminuyendo a tiempo la presión sobre el acelerador y reduciendo su velocidad, hace menos uso del pedal de frenos y aumenta su seguridad.
En situaciones inesperadas es necesario saber frenar correctamente. Ya se ha señalado que las ruedas atascadas impiden guiar el vehículo. Por ello, al comenzar a frenar se debe presionar el freno con la mayor fuerza posible.
Si el vehículo no cuenta con frenos ABS y se bloquean las ruedas, hay que reducir en seguida la presión sobre el pedal de freno soltándolo.
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Ejemplo y recomendación:
Si alguna vez ha tratado de frenar una bicicleta cuesta abajo, ha experimentado las fuerzas que dificultan la detención. De la misma forma sucede con los vehículos. Por ello:
Tiempo: Tómese tiempo para bajar pendientes pronunciadas y siga todas las señales e indicaciones.
Marcha (cambios): Para que no se calienten los frenos, en ocasiones es necesario manejar en una marcha (cambio) baja.
Cada vez que maneje un vehículo por primera vez debe saber si tiene:
Anteriormente, se han revisado algunos de los elementos de seguridad activa. A continuación, conoceremos
Los cinturones de seguridad tienen la función de salvar vidas y disminuir las posibilidades de sufrir lesiones en un siniestro. Además, brindan mayor comodidad, mejor control y contribuyen a reducir el cansancio.
El uso de este elemento en los asientos traseros es obligatorio sólo si el vehículo tiene un año de fabricación 2002 o posterior.
El cinturón de seguridad requiere ser utilizado de forma correcta, de no ser así, este dispositivo no protegerá de forma adecuada, y, además, puede ocasionar graves lesiones.
Banda toráxica: cruza desde el punto superior del hombro hasta la cadera.
- La banda toráxica debe pasar sobre la clavícula, a medio camino entre el hombro y el cuello, y debe descender por el centro del pecho
- Si está colocada sobre el cuello o sobre un pecho, puede provocar graves lesiones durante el siniestro.
Si se coloca sobre el hombro, puede deslizarse hacia fuera durante el siniestro y reducir al mínimo su eficacia.
Banda abdominal: entre los dos puntos inferiores de fijación
- La banda abdominal debe colocarse sobre los huesos de la cadera, siempre por debajo del abdomen, incluso en el caso de una persona embarazada.
- Si se coloca sobre el abdomen, puede provocar graves lesiones internas durante el siniestro.
Una vez abrochado
- Una vez abrochado el cinturón, debes estirarlo ligeramente hacia arriba para que quede bien ceñido a tu cuerpo.
Siempre debes asegurarte de que no esté enganchado o torcido y que el cierre esté en buenas condiciones.
- Si el cinturón tiene holguras, recorrerás una mayor distancia durante el siniestro, pudiendo impactar contra el volante o el parabrisas.
Si las bandas no están bien estiradas, el cinturón perderá eficacia y puede provocarte lesiones durante el siniestro.
Las consecuencias del no uso del cinturón de seguridad no son individuales. Las personas que se ven impulsadas hacia adelante desde el asiento trasero no sólo se lesionan a sí mismas, sino que también pueden lesionar a la persona conductora o a quien viaje en el asiento delantero.
Algunas personas conductoras se niegan al uso del cinturón de seguridad dando excusas que ponen en duda la eficacia de este elemento de seguridad pasiva. A continuación, analicemos algunas de estas:
“No voy a sufrir siniestros, por lo tanto, no necesito usar el cinturón de seguridad” Nadie espera sufrir un siniestro de tránsito, pero el hecho de que no hayamos sufrido ningún siniestro no quiere decir que nunca vayamos a sufrir uno.
“Sobrevivir a un siniestro de tránsito depende de la suerte o de la casualidad, por lo que el cinturón no es de gran ayuda” El estudio de miles de siniestros demuestra que las personas que no usan el cinturón tienen el doble de probabilidad de fallecer en ellos.
“En caso de tener un siniestro, es mucho más seguro salir eyectado del vehículo” Si una persona sufre un siniestro y por no tener puesto el cinturón de seguridad sale eyectada del vehículo, la probabilidad de sufrir una lesión medular aumenta en un 1.300% y la probabilidad de resultar fallecida aumenta en un 300%, lo que demuestra claramente que es mucho más seguro quedar dentro del vehículo.
“En muchos siniestros, las personas quedaron atrapadas dentro del vehículo por el cinturón de seguridad y fallecieron por no poder salir a tiempo” Los estudios y estadísticas revelan que cada 1 millón, sólo en un siniestro, llevar el cinturón de seguridad puede ser negativo. La experiencia demuestra que, por el contrario, en la mayoría de los siniestros el cinturón puede salvar la vida de las personas ocupantes del vehículo o evitarles graves lesiones.
“El cinturón de seguridad no es necesario cuando se conduce por vías urbanas, donde la velocidad de circulación es baja” Cerca del 80% de los siniestros con víctimas, ocurren en zonas urbanas. Por ejemplo, un golpe frontal a tan sólo 30 o 40 km/h podría resultar mortal con facilidad si la cabeza de la persona impacta contra el parabrisas o contra el volante, lo que suele ocurrir con frecuencia.
“Si el recorrido es corto, no hace falta ponerse el cinturón de seguridad” Ya hemos señalado que sufrir un siniestro siempre es posible, por lo que es importante utilizar el cinturón en todos los desplazamientos. Además, la mayoría de los siniestros con víctimas se producen a pocos kilómetros de sus casas.
“Mi vehículo ya tiene muchos sistemas de seguridad, por lo que el cinturón no es tan importante” Ningún dispositivo de seguridad del vehículo es capaz de sustituir al cinturón, inclusive todos ellos están diseñados para funcionar de una forma complementaria al cinturón. Por ejemplo, si se activa el airbag en caso de una colisión frontal y no llevas puesto tu cinturón de seguridad, puedes sufrir graves lesiones cuando se infle la bolsa de aire.
“El cinturón resulta incómodo” En la medida en que uses habitualmente tu cinturón de seguridad, desaparecerá esa incomodidad inicial que algunas personas experimentan. Muchas personas con el tiempo llegan a sentirse incómodas e inseguras, cuando no usan el cinturón de seguridad.
“Durante el embarazo, no hay que utilizar el cinturón, ya que resulta peligroso para el bebé” Las personas embarazadas también deben ponerse el cinturón de seguridad, debido a que el riesgo de lesionar y perder el bebé durante un siniestro es mayor si no lo usan (por ejemplo, si ella golpea el vientre contra el volante).
“En los asientos traseros no hace falta llevar el cinturón de seguridad” En un siniestro, las personas de los asientos traseros que van sin cinturón pueden salir eyectadas, pudiendo golpear mortalmente a las demás personas; su uso no sólo puede salvar su vida, sino también evitar que provoquen graves lesiones a las y los demás ocupantes del vehículo.
El airbag es una bolsa de aire que se infla en apenas unas milésimas de segundo al producirse un impacto. Hay diferentes tipos: laterales, para la cabeza, frontales, traseros, entre otros. Además, existen distintos tipos de tecnología para que estos se activen ante un impacto.
Es recomendable que, a la hora de adquirir un vehículo nuevo, te informes sobre la existencia de airbags en él y sobre el funcionamiento de los mismos.
Este elemento de seguridad pasiva permite proteger a las personas ocupantes del vehículo de las siguientes formas:
1. Frena suavemente el movimiento de las y los ocupantes, evitando que las fuerzas de deceleración produzcan daños en ellos, especialmente en la cabeza (por ejemplo, reduce la probabilidad de ocurrencia de lesiones cervicales).
2. Evita el impacto de las y los ocupantes contra algunos elementos del interior del vehículo: el volante, el tablero, el parabrisas o las ventanas.
3. Protege la cara y los ojos de los fragmentos de cristal u otros elementos que pueden desprenderse, por ejemplo, del parabrisas.
Al producirse un siniestro, la bolsa de aire se infla a una velocidad de hasta 300 km/h, por lo que, si el cinturón no retiene a la persona y el airbag impacta contra ella antes de haber llegado a extenderse completamente, puede llegar a provocarle graves lesiones por la enorme fuerza del golpe.
Cuando el sistema de air bag presente fallas en su estado de reposo, se prenderá el testigo del airbag y este debe ser revisado a la brevedad.
Cuando un vehículo sufre un impacto por atrás es sometido a una aceleración hacia adelante, lo que provoca que el asiento empuje el cuerpo de la persona también hacia adelante. Si la cabeza de esta no se encuentra apoyada, oscila respecto del torso, lo que provoca un violento cambio de dirección en el cuello, que toma forma de “s” al principio y posteriormente se va hacia atrás. Este movimiento se denomina efecto latigazo.
La forma de prevenir este efecto y las lesiones cervicales asociadas es usando los apoya cabezas. No utilizarlo correctamente podría desencadenar en un esguince cervical, una lesión muy peligrosa y mucho más frecuente de lo que pensamos. Este puede afectar a diversas estructuras del cuello, como los músculos, las articulaciones o los ligamentos, y trae como consecuencia dolores musculares y de cabeza, una disminución de la movilidad del cuello, vértigo o mareos, entre otras molestias, que con frecuencia podrían prolongarse algunos meses.
En ocasiones las lesiones producidas por el latigazo cervical llegan a ser mucho más graves. Por ejemplo, si se dañan las vértebras cervicales, la persona podría llegar a sufrir algún tipo de discapacidad irreversible, como una tetraplejia.
La posición exacta es detrás de la cabeza. El borde superior del apoyacabezas debe quedar situado entre el límite superior de la cabeza y la altura de los ojos. Esta posición debe ser ajustada a cada persona dentro del vehículo, en los asientos delanteros y traseros. Nunca debes ubicarlo por debajo de tu cabeza, esto produce que su efectividad se reduzca drásticamente. La separación entre la cabeza y el apoyacabezas debe ser la mínima posible y nunca superior a 4 cm