El Sistema de Retención Infantil se ha convertido es un asunto de seguridad que afectará a todos aquellos conductores que transporten bebés o niños en el auto. Las nuevas exigencias propuestas por la Conaset en 2016 hacen que debamos seguir unos consejos.
Por ley, en Chile todos los niños menores de 9 años deben utilizar algún sistema de retención infantil mientras viajan en diferentes tipos de vehículos y, las sanciones por no cumplir con esta legislación pueden llegar a la pérdida temporal de la licencia de conducir. Conoce como debe ir sujeto tu niño o bebé.
La ley 20.904, llegó en 2016 para perfeccionar las normativas existentes en cuanto al uso de sillas y alzadores para niños y bebés, estableciendo tanto edades como estaturas y pesos máximos y mínimos en cuanto a qué sistema se usa y, cuándo los pequeños pueden viajar directamente sobre el asiento utilizando solo el cinturón de seguridad.
Esta normativa, también dispone que los niños deben tener al menos 12 años para poder viajar en el asiento delantero de un vehículo, la único excepción es para aquellos vehículos que solo cuentan con asientos en su parte de adelante, aunque de todos modos el llevar a un menor allí es riesgoso.
En casi todo el mundo, los sistemas de retención infantil se clasifican en cuatro grupos: 0, I, II y III, pero eso no significa tener que comprar una silla para cada etapa, ya que la mayoría permite su uso en varias de estas.
Así tenemos tres tipos de sistemas de retención infantil principales, los cuales son:
El famoso “huevito,” utilizado por los bebés de hasta alrededor de 6 meses y que se fija en una base en el asiento del vehículo. El huevito puede sacarse de su base y colocarse directamente en un coche de paseo. Este sistema de retención infantil, obliga a que el pequeñito siempre vaya mirando marcha atrás, siendo esto lo más seguro para los lactantes
Una vez que el bebé superó las dimensiones del huevito, que suelen soportar un peso máximo de entre 13 y 15 kilos y una estatura de alrededor de 70 a 80 centímetros, llega la hora de graduarlos a una silla del tipo convertible o combinada.
Las sillas convertibles sirven para transportar niños de diferentes edades, incluso bebés, siendo una alternativa al huevito. Lo importante es que se pueda posicionar de tal manera de que el bebé pueda ir mirando marcha atrás por la mayor cantidad de tiempo posible.
Si bien las legislación chilena dice que el bebé vaya marcha atrás hasta que alcance los 18 kilos, la recomendación internacional es que se posicione así hasta los 2 años o simplemente cuando su tamaño no le permita ir mirando para atrás, ya que esa posición es la más segura en una edad en que los pequeños aún tienen una desproporción importante entre el tamaño de su cabeza y cuerpo.
La silla convertible, una vez que el bebé ya no puede ir mirando hacia atrás por un tema de tamaño, se puede girar y permitir que el niño vaya mirando hacía adelante, aunque la recomendación es que vayan marcha atrás por el mayor tiempo posible, ojalá hasta los dos años.
No todas las sillas convertibles abarcan tantos rangos de edad, por lo que es importante revisar las recomendaciones del fabricantes antes de comprar.
Una vez que los niños pueden ir marcha adelante, deben usar los arneses de la silla la cual va fijada al auto mediante alguno de los tres sistemas utilizados en Chile: El isofix y latch, presente en los vehículos más modernos o, utilizando el cinturón de seguridad en los más antiguos.
En ese caso se añade un accesorio conocido como la H, la cual le da a la silla una mayor sujeción. Es importante utilizar solo uno, ya que si se mezclan se pone en riesgo la seguridad.
Esta etapa llega cuando el niño pesa más de 25 kilos y pasa a utilizar el cinturón de seguridad del automóvil y no los dispuestos en su silla por un tema de tamaño.
Hay sillas que se pueden convertir en butacas o alzadores, mientras que otras no tienen esa función y obligan a comprar alzadores, los cuales son bastante económicos.
El alzador permite que el niño quede a la estatura suficiente para poder usar bien el cinturón de seguridad. Están pensados para niños de entre 29 y 40 kilos o, una estatura no inferior a los 135 centímetros.
Es fácil darse cuenta cuando el niño debe dejar de usar el alzador, ya que los padres notarán que el cinturón le queda mejor posicionado sin este sistema de retención infantil. Hay que señalar que, de ser posible, en mejor usar una butaca, ya que dan mayor protección que el alzador.
En caso de dudas acerca de qué sistema de retención infantil es el ideal para tu hijo, Conaset puso a disposición del público una calculadora (https://conaset.cl/pesa-virtual-sri/) en la que, ingresando la edad, peso y estatura del menor sabrás qué tipo de silla de auto les corresponde.
Si bien la ley habla más que nada de edades, el sentido común también entra en juego cuando un niño menor de nueve años ya tiene el tamaño suficiente para dejar de utilizar un sistema de retención infantil, ya que este incluso le hace ir más inseguro que si utilizara solo el cinturón de seguridad del vehículo.
En el caso de ir en el asiento delantero, el criterio de la estatura no constituye una excepción. Si bien hay niños de 10 u 11 años que son igual o más altos que uno que uno de 12 o 13, su cuerpo igualmente no está preparado para recibir el impacto de los airbags en caso de una colisión, por lo que más seguro es que sigan viajando en el asiento trasero.
La utilización de una silla de auto o alzador es obligatoria tanto en vehículos livianos como también transportes escolares. Quedan exentos los taxis y buses.
Si Carabineros sorprende a un conductor que lleva niños menores de 9 años sin el sistema de retención adecuado o, un niño menor de 12 años en el asiento delantero, pasará a cursar una multa considerada gravísima, la cual se aplica a quien conduce y no a los padres o tutores en caso de que ellos no sean quienes pilotean el auto.
Una multa gravísima tiene una sanción monetaria que va entre las 1,5 y 3 UTM, aproximadamente entre $83.600 y $157.200 pesos, además de la suspensión de la licencia de conducir por un periodo que puede ir entre los 5 y 45 días, todo depende si la persona es reincidente o ya tiene otras faltas graves o gravísimas en su expediente.
Por ley, toda silla, alzador o butaca que vaya a utilizarse como sistema de retención infantil, debe contar con el sello de acreditación que entrega la Conaset. Si no sabes si la silla o alzador que quieres comprar cumple con las normas, puedes consultar la lista de modelos aprobados oficialmente.
Para revisar si la tuya está acreditada, basta con buscar una etiqueta de color amarillo de 7,5 por 9,5 centímetros que se halla adosada a la silla.
Por más que la silla esté entre las autorizadas por Conaset, nunca se debe comprar usada, ya que si bien puede que se vea como nueva y nunca haya participado de un choque, estos sistemas de retención infantil no son eternos y cuentan con una fecha de vencimiento, después de la cual van perdiendo efectividad.
La mayoría de los padres hoy respeta la normativa sobre el uso de sistemas de retención infantil, los cuales son obligatorios por ley y ayudan a salvar la vida de los menores o evitarles lesiones graves en caso de accidentes vehiculares.
El tener los sistemas de retención infantil instalados es solo el primer paso, ya que parte importante de las personas no los utiliza correctamente. Entre los errores más graves a la hora de llevar a los niños en las sillas están:
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