Existen una serie de consejos que llevados a cabo aumentan la vida útil de los neumáticos del vehículo y el buen estado general de las ruedas incluyendo las llantas. Conoce a continuación como realizar este mantenimiento para circular con seguridad.
La invención de la rueda está entre las más importantes de la historia de la humanidad, permitiendo desplazarse distancias largas sin tener que caminar y, los automóviles modernos también utilizan ruedas, las cuales requieren ciertos cuidados.
¿Sabias que las ruedas de tu automóvil tienen cierta vida útil o que no puedes ponerle aire hasta que te parezca que se ven bien infladas? Te contamos todo lo que necesitas saber sobre los también conocidos como neumáticos, así aumentas su duración dándoles el cuidado que necesitan.
La vida útil de una rueda depende de muchas cosas como por ejemplo su tipo, las especificaciones que indica el fabricante, cantidad de kilómetros recorridos y el tipo de terreno por donde circularon.
A menos que sufra daños antes, una buena rueda tiene una duración de aproximadamente 10 años, eso no significa que solo debas cambiarlas transcurrida una década, sino que siempre es necesario revisarlas periódicamente en busca de desgaste o daños.
Medido en kilómetros, una rueda de alta calidad puede durar hasta 10 mil, mientras que otra de calidad media mostrará desgaste a los 5 mil kilómetros. Por ello es tan importante inspeccionarlos en busca desgaste, daños, grietas y anormalidades, algo que deberías hacer todos los años.
Es importante preocuparse de que los neumáticos estén bien inflados, ya que es normal que con el uso vayan perdiendo un poco de aire y, una rueda mal inflada no solo se daña más rápido, sino que puede provocar desperfectos en el resto del vehículo e incluso exponerte a accidentes.
Antes de inflar las ruedas de tu auto, necesitas saber cuál es la presión de aire que recomienda el fabricante, la cual varía según tipo de vehículo. Puedes encontrar los datos sobre la presión en el manual que venía con el vehículo, la que también aparece en zonas del interior del automóvil como por ejemplo la guantera, marco de la puerta del conductor o debajo del tablero.
Para saber qué presión tienen los neumáticos en el momento, existen pequeños instrumentos que la miden y que puedes encontrar en casi cualquier estación de servicio que ofrezca inflado de neumáticos. Nunca está de más tener uno entre las herramientas que llevas en tu auto, ya que no son costosos.
Conociendo la presión de aire que requieren tus ruedas, debes inflarlas hasta alcanzarlo, repitiendo el proceso en todos los neumáticos del vehículo, alargando así su vida útil.
Si notas que hay una rueda más desinflada que el resto o que pierde aire a una velocidad mayor, puede ser que tengan un pinchazo pequeño que requiere arreglos.
Cuando una rueda se daña, los usuarios del automóvil tienen dos opciones: Repararla o cambiarla. Obviamente la reparación es más barata.
Si el daño no es grave, se puede recurrir al proceso conocido como vulcanización, en el que a través de un proceso químico se calienta el caucho logrando unir las hebras rotas devolviéndoles su elasticidad y, de paso, reparando las imperfecciones. Existen otros métodos, pero este es el más utilizado en el país y es bastante económico.
Si es que el daño es grande y se extiende más allá de meramente la superficie del neumático o, este está por cumplir su vida útil, llega la hora de cambiarlo por uno nuevo.
Las ruedas de un coche, a menos que estén casi nuevas o sea solo una la que registra un daño importante, se cambian en pares, ya que hay ruedas que reciben más daño que otras.
Dependiendo del tipo de tracción del vehículo, las ruedas delanteras pasan a ocupar el lugar de las traseras o, las traseras a las delanteras, siempre cruzándolas de lado el lado, así la izquierda pasa a la derecha y viceversa.
En caso de automóviles con tracción 4X4, la rotación se hace en forma cruzada, así la delantera izquierda pasa a ser la trasera derecha y, la delantera derecha se convierte en la trasera izquierda.
Si se quiere cambiar una rueda por daños, se hace una rotación cambiando justamente los dos neumáticos que reciben más desgaste por la tracción. La única excepción son los modelos 4X4, en los que se recomienda cambiar las cuatro ruedas al mismo tiempo.
Si bien es tentador ahorrar dinero y comprar ruedas más baratas pero de inferior calidad, esto puede terminar costando más caro, ya que además de ser más susceptibles a los daños, no entregarán la misma sujeción y resistencia a complicaciones que se pueden encontrar en los caminos que las de buena calidad.
Los fabricantes sueles recomendar ruedas específicas para sus modelos y, en un taller especializado sabrán instalar las ruedas adecuadas para que puedas seguir utilizando tu automóvil sin el riesgo que suponen las ruedas en mal estado o no adecuadas.
En climas fríos y dónde suele nevar y se forman capas de hielo sobre los caminos o, el asfalto alcanza temperaturas muy altas producto del fuerte sol que se refleja en este durante el año, los vehículos deben utilizar ruedas especiales por seguridad.
Las ruedas especiales varían en su espesor, tipo de dibujos y surcos para sujeción y otros factores. Lo ideal es utilizarlas durante los meses en que los caminos podrían estar cubiertos de hielo o nieve. En caso de asfalto caliente, nos encontramos con neumáticos más duros que los corrientes, mientras que las de clima frío son más más blandas.
En estos casos, muchas personas suelen tener ruedas de invierno o verano y, las van cambiando a medida que se pasa de estación. Hay casos en que, además de usar una rueda de estación, también es necesario ponerles un accesorio conocido como cadena, para evitar que resbalen.
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