Qué es un auto histórico, sus ventajas, y cómo transformar el mío en uno

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Actualizado el 03-09-2024

Descubre cómo convertir tu auto en un vehículo histórico en Chile y aprovecha las ventajas que ofrece esta categoría especial. Este artículo te explica los pasos necesarios para realizar la transformación, las restricciones que aplican y sus beneficios.

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Beneficios y exenciones al tener un auto histórico en Chile


Lo que algunos ven como una chatarra vieja, para otros es un verdadero tesoro, y es que los autos antiguos de colección, son auténticas joyas que sus dueños cuidan como si fuesen de oro pero que, por sus características técnicas, no cuentan con los requisitos para circular por las calles chilenas.

Allí entra la denominación de auto histórico. Se trata de una figuras legal dentro de la Ley de Tránsito, que asigna una calificación especial a vehículos de cierta antigüedad, entregándoles permisos que les darán la posibilidad de circular con algunas restricciones.

¿Qué considera como auto histórico la ley chilena?

La Ley de Tránsito chilena, fija una categoría especial para vehículos con determinada antigüedad o que, si aún no la cumplen, generan un interés especial técnico o histórico. De allí el nombre de auto histórico.

Los autos históricos, en general deben tener 45 años de antigüedad y, ya sea estar conservados de manera impecable, o refaccionados con repuestos originales.

Para calcular los 45 años, se considera ya sea el año de fabricación del vehículo, o si no se conoce cuál es, el último año en que ese modelo se produjo.

Un auto histórico sería algo así como un auto de colección, que no está pensado para traslados habituales ni medio de transporte primario, sino que de interés de apasionados del mundo motor.

Si tienes un vehículo de estas características, te conviene realizar el proceso para convertirlo en un auto histórico y así obtener ciertas ventajas que te permitirán sacarlo a la calle legalmente, ya que no necesitan cumplir con todos los requisitos que pide la Revisión Técnica.

Cómo transformar mi auto en un auto histórico

Para darle la categoría de histórico a tu vehículo, necesitas realizar un trámite que consta de dos partes: La primera es una inspección por parte de la Club de Automóviles Antiguos de Chile, y la segunda es a través del Ministerio de Transportes que, tras recibir ese informe, emitirá su dictamen.

Lo primero es contactar al Club de Automóviles Antiguos de Chile, llenando el formulario disponible en Internet, con los datos identificatorios y técnicos lo más exactos posibles, además de los documentos del vehículo, y una foto actual del vehículo (3/4 de vista de frente, 1/2 frente, 1/2 lado).

Todos estos antecedentes se envían a [email protected], correo en el que también solicitaremos día y hora para inspección, y al agendarnos nos informarán cuál será el costo de la inspección.

Para que el auto pueda ser inspeccionado, este debe estar limpio, tanto por dentro como fuera, y también en cuanto al motor, y ser capaz de moverse por sí solo.

Tras la inspección, el experto emitirá una informe técnico, indicando si el vehículo está en condiciones de convertirse en un vehículo histórico, además de una serie de aspectos técnicos.

Si no se pasa la inspección, el dueño del vehículo igual recibirá una copia del informe, y si falló por algún tema técnico, puede subsanarlo y volver a intentar.

Si todo estaba en regla, el Ministerio de Transportes pasará a inscribirlo como tal en el Registro de Vehículos Motorizados.

Si bien pueden haber pasado la inspección, ciertas características puedan hacer que se apliquen restricciones al uso de los autos históricos, como por ejemplo circular solo por la berma o por la pista más cercana al borde del camino (vehículos que no sean capaces de sobrepasar los 40 kilómetros por hora), tener prohibido andar en vías urbanas cuya velocidad máxima esté por sobre los 80 kilómetros por hora, como por ejemplo autopistas (vehículos que puedan alcanzar una velocidad máxima de hasta 60 kilómetros por hora).

Otra restricción común se aplica a las horas de circulación, ya que dependiendo de su sistema de luces, es posible que estos vehículos históricos solo pueden circular entre la salida y la puesta de sol.

Ventajas de los autos históricos

Un vehículo con 40 años de antigüedad, o incluso menos, difícilmente sería capaz de pasar la Revisión Técnica, pero al caer dentro de la denominación de vehículos históricos podrán someterse a una revisión más permisiva.

Al recibir el informe, se elabora una serie de parámetros que deben cumplir los vehículos históricos a la hora de someterse a la revisión técnica, y que son específicos para cada uno, ya que se diferencian incluso por pequeños detalles, ningún auto de este tipo es igual a otro.

Los autos históricos quedan eximidos del grabado de patentes en sus espejos y vidrios, según la nueva ley.

Qué vehículos no pueden convertirse en autos históricos

No todo auto que podemos considerar clásico cae dentro de la categoría de auto histórico, ya que la ley chilena es bastante estricta, así quedan fuera:
  • Los autos con motor de una marca distinta a la original, siempre y cuando estén disponibles repuestos originales
  • Los que tengan un motor de una misma marca, pero de diferente modelo de fabricación, posterior al original
  • Los que sean réplicas de modelos antiguos, o se hayan construido después de que los originales dejaron de fabricarse
  • Los que tengan modificaciones notorias en su interior, chasis, tren delantero o tren trasero que se alejen de la apariencia original
  • Aquellos que posean un tablero modificado, aunque se aceptan tableros modificados que mantengan el estilo de la apariencia original
  • Vehículos antiguos con pintura personalizada diferente a la original
  • Los que posean llantas o neumáticos de un tamaño notablemente más grande o pequeño que los originales
  • Los que estén modificados para participar de carreras de velocidad
  • Los que no estén inscritos en el Registro de Vehículos motorizados, ni cuenten con un placa patente emitida desde 1985

Una forma de legalizar y poder lucir ese auto clásico al que cuidas más que a un hijo, con un proceso legal para nada complicado ni costoso, y que te permitirá volver a sacarlo a pasear por la ciudad.

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