Muchos conductores han oído hablar de la prueba de alcoholemia y del alcotest pero no saben en qué consiste y qué procedimiento se seguirá. Te dejamos a continuación los pasos de la alcoholemia y los resultados máximos permitidos por la ley Chilena.
Conducir alcoholizado no solo es una mala idea, sino que también un delito que acarrea graves sanciones. En caso de accidentes o si las autoridades consideran que un chofer podría estar bajo los efectos del alcohol, se realiza un examen para comprobarlo.
La alcoholemia, es el método oficial para medir si es que un conductor posee un nivel de alcohol en su cuerpo superior al que permite la ley. A diferencia del alcotest que se realiza analizando su aliento, la alcoholemia es un examen de sangre.
La Ley de Tolerancia Cero, establece que un conductor cuyo nivel de alcohol en la sangre supere los 0,3 gramos por litro de sangre está violando la normativa. Para determinarlo, se utilizan dos tipos de examen.
El alcotest, en el cual la persona sopla utilizando un dispositivo electrónico portátil, se utiliza en controles en terreno, pero para poder dar con un resultado definitivo se aplica la alcoholemia.
La alcoholemia es un examen de laboratorio a través del cual se determina la cantidad de gramos de alcohol por litro de sangre de la persona. A diferencia del alcotest, esta prueba la realiza personal de salud.
El examen consiste en la extracción de una muestra de sangre utilizando una aguja y jeringa, para luego analizarla en laboratorio. Del resultado dependerá no solo el determinar si la persona bebió más de lo permitido, sino que también el tipo de castigo que se aplica.
La alcoholemia no acarrea riesgos para quienes se someten a ella, más más allá de un pinchazo que puede resultar molesto. En Chile, este examen se realiza tanto en centros de salud como también en unidades móviles apostadas en zonas de control y que acompañan a Carabineros.
La ley chilena considera dos tipos de delitos según el resultado de la alcoholemia:
En ambos casos, el ofensor verá su licencia de conducir suspendida, además de otros castigos que incluso podrían llevarlo a la cárcel si es que su irresponsabilidad provocó un accidente grave o mortal.
Los infractores reincidentes recibirán castigos mayores, entre los que se incluyen el perder su licencia de conducir para siempre.
Si un conductor se niega a someterse a un examen de alcoholemia, de inmediato se inferirá que conduce en estado de ebriedad, por lo que no podrá librarse de los castigos correspondientes.
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