Ser un buen copiloto es clave para un viaje seguro y agradable. Descubre consejos prácticos para apoyar al conductor, como ayudar con la navegación, mantener la calma en situaciones difíciles y ser un compañero atento. Aprende cómo puedes contribuir.
Conducir, sobre todo distancias largas, es una tarea que no solo requiere de un chofer hábil, sino que también de un copiloto que lo complemente, y le haga más sencillo y agradable esas horas tras el volante.
El copiloto es mucho más que esa persona que consiguió el asiento más cómodo del auto, sino que también alguien que tiene funciones que cumplir. Hoy te contamos cómo ser un buen copiloto, un aliado en todo viaje.
No es el capitán del barco, pero el copiloto debe ser quién se preocupe de ir atento de aplicaciones como Waze o Google Maps, evitando que el conductor se distraiga.
Además, suele pasar que estas apps usan el número de una carretera en vez de su nombre, o se refieren a una calle por un nombre distinto al que usamos habitualmente.
Así, el copiloto podrá tomar la información de las apps de navegación y transmitírselas al conductor de la mejor manera, algo que siempre se agradece en intersecciones complicadas, o en las enredadas salidas de las autopistas chilenas.
Si es que el viaje tiene como destino una zona rural que quizá no esté dentro de las aplicaciones, un copiloto que sepa leer mapas de papel (todavía existen), o conozca bien las indicaciones, será un gran salvavidas.
El copiloto ideal no solo es copiloto, sino que también sabe conducir, y puede ir intercalando roles con el chofer, así se evita la fatiga en viajes largos. Idealmente, deberían cambiar cada 2 ó 3 horas, así se mantienen frescos.
Si bien parte importante de las carreteras hoy utilizan telepeaje, no son pocas las que requieren pagar peaje con dinero en efectivo. El copiloto debe asegurarse de tener ese monto listo y en cantidades suficientes.
Averigua la cantidad de peajes, y saca dinero del cajero automático, y nunca está de más tener monedas a mano, y billetes de baja denominación, en caso de que el cajero del peaje no tenga vuelto.
En viajes en carretera, el copiloto averigua de antemano dónde se puede parar a descansar y comer o tomar algo, lo que usualmente se da en estaciones de servicio.
Así pueden detenerse cada 2 ó 3 horas, parar a estirar las piernas, ir al baño, tomar algo (no abusar del café, ya que deshidrata), comer cosas livianas para evitar fatiga, y asegurarse de estar en las mejores condiciones antes de reiniciar viaje.
La mayoría de las aplicaciones GPS indican la proximidad de bombas de bencina, pero los sitios web y apps de las principales bencineras, aportan con su ubicación exacta en cuánto a kilómetros, y qué servicios se ofrecen allí.
Una cosa es indicarle al chofer la cercanía de algún peligro, trabajo o si nota alguna complicación, y otra cosa es dedicarse a criticarlo.
El copiloto no es otro conductor, ayuda y no destruye la moral del chofer, por lo que se puede guardar las criticas para sí mismo.
En caso de existir mucha confianza entre piloto y copiloto, puede realizar sugerencias, pero nunca en tono acusatorio, ya que ello arruina la tranquilidad del viaje.
El copiloto siempre debe estar atento a los otros vehículos y avisar si, por ejemplo, se acerca un auto que se mueve de manera errática, o un camión que va más rápido que lo que debería, eso si es un gran aporte.
Siguiendo con la idea de mantener un tono agradable en el viaje, el copiloto es el encargado de la diversión, comodidad, bebidas y comidas.
Es un mito eso de que el copiloto tiene el privilegio de elegir la música, sino que esta se escoge en forma de acuerdo entre todos quieren irán en el vehículo.
Lo ideal es armar listas de reproducción en apps como Spotify y bajarlas al celular, ya que se encontrarán con zonas sin señal de telefonía.
Otra buena opción son los podcasts, y no solamente por ser interesantes, sino que también sirven como tema de conversación en el resto del viaje.
La comodidad del conductor es clave, y el copiloto debe encargarse que el vehículo esté a la temperatura adecuada, usando ya sea la calefacción o aire acondicionado, ocuparse de que no se empañen los parabrisas, ir revisando los niveles de bencina, etc.
Si bien la idea no es hacer un picnic en el auto, siempre es importante ir hidratado, y comer algo suave en caso de hambre. El copiloto debe encargarse de la provisión de agua o bebidas, y snacks livianos.
Si copiloto y piloto se conocen bien, el primero sabrá notar esas pequeñas pistas de cansancio en el conductor, y de manera adecuada sugerirle hacer una parada en la próxima estación de servicio.
En caso de saber conducir, puede ser el momento de cambiar de roles.
Volviendo al tema del cansancio, no hay peor copiloto que aquel que se queda dormido mientras el chofer debe seguir conduciendo concentrado, y ahora distraído con su compañero que disfruta del mundo de los sueños.
Si el viaje es demasiado largo, lo ideal es que en el auto vayan tres personas que sepan conducir, así siempre habrá una que podrá ir descansando, o de no ser posible, cortar el viaje a la mitad, y quedarse a alojar en una ciudad o pueblo en el camino.
Si bien este no es un consejo para ser un buen copiloto, los copilotos pueden irse formando desde temprana edad.
Si tu hijo ya tiene edad para ir el asiento delantero, aprovecha esos viajes para irle enseñando cuál es su rol como acompañante.
Estas ocasiones, que además sirven para acercarse, no solo formarán un buen copiloto para ti, sino que también para el momento en que él o ella sean acompañantes de sus amigos, y un copiloto que sabe lo que hace, genera un viaje mucho más seguro.
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