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¿Qué es el leasing automotriz?
Habrás escuchado muchas veces, especialmente en empresas, la posibilidad de adquirir un auto en modalidad de leasing automotriz. Este tipo de contrato de adquisición trae importantes beneficios tributarios. Conoce cuáles y como puedes aprovecharlos.
El tener un auto propio entrega una gran libertad de movimiento, además de abrir una serie de oportunidad laborales. Existen diferentes formas de adquirir un vehículo, incluyendo el leasing.
El leasing vehicular es una modalidad en que mezcla el arriendo con la compra de un automóvil, siendo ideal para empresas o para quienes suelen renovar sus autos con frecuencia. Acá se paga una cifra fija cada mes y al final del contrato la persona decide si es que quiere pagar un monto extra para comprarlo.
¿Cómo funciona el leasing vehicular?
El leasing es un sistema en la que una persona o empresa que necesita un vehículo suscribe un contrato de arriendo con opción de compra pasada cierta cantidad de meses. Durante el periodo descrito en el contrato, tendrán uso exclusivo del vehículo pero no serán propietarios de este.
A diferencia de sistemas de crédito para la compra de vehículos, los requisitos financieros para acceder al leasing son menores, lo que beneficia a personas o empresas sin historial crediticio o que tengan otras deudas anteriores.
Los contratos de leasing suelen ser más cortos que los plazos típicos de un crédito automotriz. El cliente paga una cuota mensual fija durante un periodo de dos a tres años y pasado ese tiempo podrá pasar a ser el dueño de ese vehículo, o pasar a otro leasing de un automóvil más nuevo, pudiendo así renovar el modelo con bastante frecuencia.
¿Quiénes pueden acceder al leasing vehicular?
Cualquier persona que reúna las condiciones que solicita quien entrega el leasing puede acceder a este tipo de modalidad para adquirir un vehículo, pero son las empresas y usuarios comerciales quienes aprovechan los sistemas de leasing con mayor frecuencia.
El leasing no es solo para automóviles, sino que también para camionetas, camiones, buses, taxis o incluso maquinaría industrial, existiendo compañías dedicadas específicamente a cada segmento.
Al no ser un crédito, acceder al leasing es más sencillo ya que los requisitos son menores y no se requiere el pago de un pie. Asimismo y al ser un contrato comercial, las empresas pueden descontar parte de ese pago como gasto operacional dentro del pago de impuestos a las ganancias.
El leasing vehicular suele no ser conveniente para personas que buscan adquirir un automóvil para uso particular, ya que no podrán gozar de ventajas tributarias, siendo muchas veces más conveniente aprovechar créditos automotrices o compras utilizando tarjetas de crédito.
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